EMOCIONES
TRISTEZA Y SOLEDAD
Por
Miriam López Urrutia
Las emociones básicas o primarias aparecen durante la vida de cualquier
persona, con independencia del contexto en el que se desarrolle, y tienen como
propósito ayudarnos a sobrevivir, dirigir nuestra conducta y favorecer la
relación de los unos con los otros.
Las emociones básicas nos sirven para defendernos o alejarnos de
estímulos nocivos (enemigos, peligros…) o aproximarnos a estímulos placenteros
o recompensas (agua, comida, actividad sexual, juego…) y tienen como función
mantener la supervivencia, tanto personal como de la especie.
Pero lo que debemos tener en cuenta
es que, hoy en día, nuestra supervivencia está generalmente garantizada y, por
tanto, las emociones, nos informan de peligros que pueden no ser tan reales o
evidentes y debemos revisar que no sea nuestra mente la que esté inventando
situaciones para mantenernos con las emociones alteradas.
Ante una decepción, un amor roto, una traición, una mentira o la pérdida
de un ser querido sentimos dolor emocional. Es el tipo de dolor desgarrador que
ha sido inmortalizado por mucho tiempo en poemas, películas y canciones llenas
de sufrimiento, despecho y amargura.
De toda la información que he revisado y estudiado, me queda muy claro
que el dolor físico y el dolor emocional comparten sendero. Por eso no debemos
menospreciar las heridas emocionales sin prestarle la adecuada atención,
sobretodo porque, como pueden leer en mi artículo de cómo las emociones nos causan
enfermedades y dolencias físicas, representan una de las principales
causas de los dolores que nos aquejan.
Una de las cosas que tenemos que entender es
que estamos en este mundo para aprender a ser felices, pues por reflejo,
haremos felices a los que nos rodean, en muchos casos este es un camino en
solitario que podremos caminarlo, aunque sea un viaje interior.
Lo recomendable es mantener una observación de
todas aquellas emociones que nos perturban, que nos hacen sentir mal y buscar
sus correspondientes causas en los pensamientos que las originaron, para ir
sanándolas una a una.
El autoanálisis requiere que cada uno de
nosotros sea muy sincero consigo mismo para liberar y descubrir todo aquello
que habita dentro de nosotros y que nos perturba de una u otra forma.
Este camino muchas veces requerirá de ayuda
externa, gente especial que a través de sus capacidades, conocimientos,
profesiones y dones, nos pueden guiar, enseñar, o sanar de aquello que nos
perturba y así poder continuar con nuestro camino evolutivo, no dudes en buscar
ayuda si sientes que solo (a) no puedes lidiar con las emociones que te
perturban.
En este artículo me voy a enfocar en dos
emociones básicas que últimamente muchas personas están sintiendo o
experimentando en sus vidas, tales son la tristeza
y la soledad, las cuales van de la mano en muchos casos y sus síntomas y
reacciones son muy parecidos.
Es mi intención mostrarles sus características
principales, así como darles algunos consejos para manejarlas y poder ir poco a
poco sanándolas en sus vidas.
La tristeza es un sentimiento de dolor anímico
producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de
ánimo pesimista, insatisfacción y tendencia al llanto, generalmente se produce
en respuesta a sucesos que son considerados como no placenteros y que denotan
pesadumbre o melancolía.
La tristeza es la emoción que
activa el proceso psicológico que nos permite superar las pérdidas,
desilusiones o fracasos que sufrimos en la vida, el grado de intensidad, así
como de profundidad que manifiesta, dependerá del vínculo que había con lo
perdido. Adicionalmente, esta emoción nos permite establecer distancia con las
situaciones dolorosas para impulsar la interiorización y cicatrización del
dolor generado por la pérdida. Así mismo, el sentir tristeza, nos ayuda a tener
empatía con otros y así poder acercarse a familiares, amigos o redes de apoyo y
consuelo.
El dolor que produce la tristeza se generaliza en todo el cuerpo, pero
sobre todo se siente en el alma y como si nos faltara el aire. A diferencia de las demás emociones, la
tristeza está caracterizada por una falta de energía.
Si vives sumido en la tristeza, no debes dejar que este sentimiento te domine.
Es posible que haya días en que te encuentres más triste, abatido, con un
estado de ánimo bajo o que sientas que no eres capaz de hacer frente a las
circunstancias actuales, pero lo que no puedes permitir es que este tipo de
pensamientos y sentimientos se conviertan en tus compañeros eternos de vida y
acaben afectando tu salud física.
Si quieres liberarte de la tristeza, no debes pelear con ella, por más
rebelde que ella sea e insista en quedarse contigo hasta que la escuches,
aprende a drenar, a soltar y fluye. La función de las emociones incómodas es
esa: informarte de que algo no anda bien para que evalúes cómo resolverlo. En
el caso de la tristeza, su cometido es decirte que hay una carencia, un vacío y
que puedes buscar cómo llenar nuevamente ese espacio de tu vida.
Otra de las funciones de la tristeza es actuar como una llamada de ayuda (despierta simpatía y
la atención de los demás), funciona de cohesión con otras personas, especialmente
con aquellos que se encuentran o ya pasaron por la misma situación.
Puede generar ayuda de otras personas, así como calmar algunas
reacciones de agresión por parte de los demás, busca la empatía o promueve comportamientos
altruistas.
El llanto
también es una de las exteriorizaciones emocionales, quizás la más común y
menos comprendida, pues es uno de los actos más saludables que un individuo
pueda experimentar, para sacar esa energía dañina de su organismo.
Cualquier catalizador que nos produzca el llanto podrá servir para que la emoción se exteriorice en forma de llanto, con o sin espasmos, cuando este proceso suceda tendremos la sensación de habernos librado de una carga pesada, la energía sube del pecho a la cabeza con una suave sensación calórica y de esta forma logramos liberarnos de esa carga que nos oprimía.
Cualquier catalizador que nos produzca el llanto podrá servir para que la emoción se exteriorice en forma de llanto, con o sin espasmos, cuando este proceso suceda tendremos la sensación de habernos librado de una carga pesada, la energía sube del pecho a la cabeza con una suave sensación calórica y de esta forma logramos liberarnos de esa carga que nos oprimía.
Los movimientos espasmódicos y el sonido del
llanto sirven para reconducir la energía correctamente. Las lágrimas, la
mucosidad y la salivación que se produce sirven para sacar del cuerpo el dolor
que las provocó.
Posteriormente
al llanto, sentiremos una sensación de ligereza y cansancio producto de esa
re-armonización. Nos entrara sueño y deberemos reposar. Cuando nos despertemos,
sentiremos claramente como gran parte de las preocupaciones o dolencias que nos
ocupaban se han desvanecido.
Continúa leyendo para más información sobre las causas de la soledad y tristeza, razones para sentirse solo y algunos consejos para superar estas emociones....>
Existen momentos en que sentimos
tristeza sin razón aparente, se han detectado algunas causas de esta tristeza como
son:
1.- Tu alimentación no está
siendo balanceada: hay varias comidas que pueden causar tristeza aparente
(o que tienen un impacto negativo en nuestro estado de ánimo) entre ellas
están:
- Carbohidratos refinados
- Azúcar
- Edulcorantes artificiales (aspartame)
- Grasas Trans (TFA)
- Comidas procesadas
Hay personas que piensan que la tristeza puede
surgir únicamente por males o dolores emocionales. La tristeza puede deberse
también a que no se está cuidando el cuerpo con el esmero necesario.
2.- ¿Te sientes cansado o
fatigado? Muchas
veces cuando tienes cansancio físico después de una temporada intensa, te recuperas
fácilmente después de un día o dos de descanso. La fatiga física puede
convertirse también en fatiga mental si no tomas el descanso adecuado, la
podrás percibir a través de señales como: somnolencia, dificultad para
concentrarte, baja productividad (por tanto) o bajón en el estado anímico.
Las dos cosas están muy conectadas: si estás fatigado físicamente,
puedes sentirte mentalmente agotado. Y si estás mentalmente cansado, también
puedes notar cansancio físico.
3.- ¿Vuelas con tu mente
hacia recuerdos tristes? Cuando la mayor parte del tiempo no estás pendiente
de lo que está ocurriendo, sino que te enfocas en lo que ya no está, en lo malo
que están las cosas por venir, en los recuerdos tristes de eventos pasados y de
otras cuestiones poco alegres, pues es normal que te sientas triste y
acongojado. El mejor consejo es que te
enfoques en el presente y busques las cosas buenas que están ocurriendo ahora.
4.- ¿Sufres de depresión
sonriente o encubierta? La mayoría asocia la depresión a un
rostro triste y a la falta de energía para funcionar en la vida cotidiana. Pero
no todo el mundo se deprime de la misma manera, hay quienes están deprimidos y
ponen cara sonriente.
La persona que experimenta este tipo de depresión parece feliz, sonríe
de cara al exterior y realiza sus actividades cotidianas con normalidad.
La depresión pasa inadvertida para el entorno y para todos sus conocidos
e incluso puede pasar inadvertida para la persona afectada. Pero los síntomas de
la depresión están ahí, aunque no se manifiestan al exterior.
Esa es la explicación de la tristeza intensa y persistente que sufre
esta persona. Una tristeza que, tal vez, no se traduzca en lágrimas, sino en la
sensación constante de que “algo no anda bien” en su vida.
5.- Pasas tiempo en la luz?,
quizás necesitas recibir más luz solar. La falta de luz, en general, se relaciona con un
peor estado de ánimo.
El remedio es evidente, es
recomendable salir a pasear y tomar el sol en espacios abiertos. Una mejor
iluminación y más tiempo aprovechando las horas de luz solar te ayudarán a
recuperarte de tu tristeza.
6.- ¿La monotonía se hizo la jefa de
tu vida? Si tu vida está regida por las rutinas
diarias, el ir y venir del trabajo a la casa, no estás teniendo una vida feliz
y eso está minando tu entusiasmo. Pero no requieres estar envuelto en grandes
conflictos ni dilemas para que tu vida no sea aburrida. La insatisfacción, el cansancio y la apatía hacia los pequeños sucesos
cotidianos se condensan en una tristeza difícil de explicar.
7. ¿Has chequeado si tienes un
objetivo que encienda tu motivación? En estos tiempos modernos, existe un apuro o prisa
por conseguir lo que queremos rápidamente, sin embargo, hay objetivos que no se
consiguen enseguida, sino que requieren más tiempo. Necesitas recorrer un
camino para alcanzarlos que, por rápido que te muevas, te llevará un tiempo
recorrerlo y hay que aceptarlo para no frustrarse.
En vez de ser un fastidio, los objetivos a medio y largo plazo le dan un
sabor muy especial a tus días. Los objetivos sirven para conectar lo que haces
a diario con lo que es más importante para ti y eso le da un rumbo a tu vida.
Comienza por ponerte algún horizonte,
traza unas metas y empieza a caminar hacia él.
¿Qué horizonte? Las posibilidades son tan inmensas como estires la imaginación:
¿Qué horizonte? Las posibilidades son tan inmensas como estires la imaginación:
- Conseguir metas en un deporte u otra afición personal
- Adquirir una nueva destreza
- Aprender sobre un área del conocimiento que te interese
- Conseguir la libertad financiera.
- Adquirir una vivienda o un vehículo propio
- Viajar por el Mundo.
- Fundar una familia.
- Adquirir hábitos saludables.
Literalmente «estar solo» significa
estar sin compañía, sin embargo, cuando hablamos de «sentirnos solos» nos
referimos al sentimiento de estar aislados o desconectados, soledad no siempre es
sinónimo de aislamiento, muchas
personas se sienten solas aun cuando están rodeadas de personas conocidas,
familiares y hasta parejas. Ahora bien, sentirnos solos de vez en cuando puede ser algo normal
parecido al aburrimiento o el tedio, pero experimentar esta sensación por un
tiempo prolongado ya deja de serlo.
Esta sensación de soledad puede sentirse desde
la infancia por períodos cortos de tiempo, las principales causas que pueden
hacer sentir al máximo el sentimiento de soledad y esta sensación que produce
un gran malestar emocional en la persona que lo padece, están ligadas a
percibir que estás en un lugar al que no correspondes, sentir que no cuadras
con el ambiente en que te encuentras, que buscas algo más en la vida y que aún
no sabes qué es.
Asimismo, hay un dato
que resulta llamativo. Según la ONU, somos más de 7.500 millones de personas en
el mundo, estamos más conectados que nunca gracias a las nuevas tecnologías y,
sin embargo, nos sentimos más solos que nunca. La soledad nos duele como no
había ocurrido antes y se ha convertido en uno de los mayores males de nuestra
Sociedad actual.
Esta realidad no se
sufre solo a nivel emocional a través de la tristeza, la desesperación o la
angustia. La soledad tiene un serio
impacto a nivel de la salud física, alzándose ya como una auténtica
epidemia con altos costos. Podríamos aseverar que hay un aspecto de la soledad que
mata a la persona y que lo puede hacer de muy diversas formas, las tasas de
suicidio se han incrementado considerablemente en los últimos tiempos en casi
todos los países.
También existen estudios,
como el llevado a cabo en el departamento de psicología de la Universidad de
Chicago, que nos recuerdan que la soledad aumenta el riesgo de muertes
prematuras. Mediante infartos de miocardio, obesidad, adicciones a drogas,
entre otros. Sentirse solos nos va rompiendo internamente poco a poco, hasta
que llega la indefensión y entrega más absoluta.
El ser humano necesita
una conexión social de calidad, ahí
donde prevalezca la sensación de seguridad, de confianza, de ese estímulo
constante donde fluye el afecto, la reciprocidad, el compartir y el apoyo de
los amigos y familiares. La ausencia de este derecho vital puede ser
devastadora para la persona.
Sentirse solo aun cuando estás rodeado de tus familiares y amigos puede ser posible cuando algo está fallando en tu vida que no sabes o conoces la manera de resolverlo, sientes que tu situación de vida actual, tus problemas no tienen solución aparente.
Sentirse solo aun cuando estás rodeado de tus familiares y amigos puede ser posible cuando algo está fallando en tu vida que no sabes o conoces la manera de resolverlo, sientes que tu situación de vida actual, tus problemas no tienen solución aparente.
Vamos a enumerar a continuación
algunas razones que podrían estar alimentando,
o explicando este sentimiento de soledad que vives el día de hoy.
¿Por qué me siento solo(a) y
triste?
Posibles causas de la soledad
1- Estancamiento personal
Hay momentos en
nuestras vidas en los que quedamos, literalmente, estancados o paralizados.
Nada avanza, nada de lo que nos rodea nos parece significativo y lo que es
peor, no se vislumbra un horizonte distinto a corto plazo que nos pueda animar
a continuar o nos renueve la ilusión ni la motivación.
En medio de este
estancamiento, de esta rutina que nos va asfixiando, es común que la mente
caiga en un estado de introspección y reflexión continua, donde nuestros
pensamientos se vuelvan repetitivos en cuanto a que no se vislumbra una salida
a este estancamiento y esta situación hace que aparezca el sentimiento de
soledad.
Cuando la vida deja de
tener sentido, la mente empieza a
crear una barrera alrededor de la persona y comienza a aislarse. Muchas
personas se vuelcan a sus trabajos y así se aíslan más todavía, si tu vida gira
en torno al trabajo, entonces, corres el riesgo de sentirte encerrado(a) en una
rutina que no deja espacio para más nada. Una de las consecuencias de la
dependencia laboral es la pérdida de relaciones personales y la falta de
improvisación para disfrutar del ocio e incluso, del descanso. De esta forma,
todas las relaciones pierden valor y trascendencia y la persona se va hundiendo
cada vez más en su soledad.
2- Los vínculos familiares y afectivos no son significativos
Otra de las razones
por las que la gente se siente sola es porque las personas que la rodean no son
accesibles o confiables para ella, no siente apoyo de sus allegados ni de su familia
tampoco. En términos cotidianos la persona siente que la ignoran y que no le
prestan atención.
Por otro lado, el
vínculo que tiene con sus amigos con los que comparte solo le sirven para salir
a cenar o ir de fiesta o a bailar. Con ellos no puede compartir sus
preocupaciones, porque con ellos la relación es demasiado superficial.
Cuando no cuentas con
nadie en concreto con quien expresarte, compartir aficiones, gustos,
confidencias, la soledad va creciendo. Esta soledad emocional es, al día de hoy,
una de las más comunes en la sociedad y muchas personas drenan sus situaciones
emocionales a través de las Redes Sociales de manera virtual con desconocidos. La tecnología ha venido a suplantar a las
verdaderas relaciones sociales de las personas, generando mucha soledad
social, es decir, aquella en la que una persona no cuenta con una red de apoyo
cercana y la busca en las redes sociales lo que las hace adictas a esta forma
de “socializar”.
3- Cuido a todos los que me rodean y me siento solo
Cuando tus actividades
diarias se resumen en cuidar a otros y atenderlos durante todo el día,
llámense, parejas, hijos o padres, te acostumbras a cargar sobre ti mismo un
gran número de responsabilidades. Cuando tienes que estar pendiente las 24
horas del día de los demás, llega un momento en que las propias necesidades
quedan en un segundo plano, a ti nadie te cuida, ni están pendientes de tus
necesidades.
Este hecho genera que,
tarde o temprano, surja la sensación de soledad. El cuidador percibe que se le
está dejando a un lado, que su entorno lo ignora y solo lo ve como a alguien
que está ahí solo para dar, pero que no requiere nada de ellos.
4- Una adversidad o ruptura no superada
Si has experimentado una
pérdida de un ser querido, una ruptura afectiva, el peso de una infancia
traumática, estos recuerdos siguen vigentes en tu memoria y tus pensamientos
los traen con frecuencia. Sabemos que hay acontecimientos en la vida para los
que nadie está preparado, hechos dolorosos que no siempre logramos superar y
que dejan lastre, marcas profundas y grietas internas que cuesta mucho reparar.
El hecho de no haber afrontado o superado aún esa adversidad, hace que la recuerdes
a menudo trayendo un sentimiento de soledad constante y angustioso.
Tenemos que estar
conscientes de que las relaciones afectivas no duran demasiado, que todo
vínculo creado con otra persona es inestable, ninguna amistad o pareja va a
cubrir todas tus necesidades, sólo vivimos un tiempo a través de estas
relaciones sin apegarnos, sin dependencia de ellas, para que en el momento que
no estén el sufrimiento se pueda superar más rápidamente. Esas heridas
del pasado que mantienes en tu mente y en tu corazón son un obstáculo para
crear y conservar una red de personas estable y segura con la que puedas contar
en el día a día.
5- Cuando la soledad proviene del abandono o maltrato
Hay un tipo de soledad
que merece una atención particular y es la relativa a la tercera edad, a
nuestros viejitos. En los actuales momentos, esta realidad se ha convertido en
una auténtica epidemia, una alarma social que exige concienciación y
estrategias por parte de todos. En muchos casos y en muchos países, tenemos a
un gran número de adultos mayores (en su mayoría mujeres) que viven en una
situación de aislamiento y soledad no elegida.
En ocasiones, cuentan
con familiares, vecinos y algunos servicios sociales que se interesan por su
situación. Sin embargo, nada de esto parece suficiente, ni válido ni
significativo para que estas personas no se sientan solas, ya que pasan muchas
horas al día en una casa donde solo habita el silencio. Por tanto, estamos ante
unas situaciones que perjudican la salud
del anciano ya que aceleran el deterioro cognitivo y las enfermedades ya
presentes en ellos.
En este contexto es
necesario establecer otros mecanismos más activos para tratar el aislamiento de
las personas mayores, sobre todo cuando sabemos que nuestra sociedad avanza
hacia una situación donde la esperanza de vida es cada vez mayor y, por tanto,
hay que generar nuevas estrategias de intervención y atención.
Para concluir, la
soledad no elegida y sentida como dolorosa es uno de los mayores enemigos de
nuestra actualidad. Algo así demanda no solo una mayor sensibilidad, sino que
también exige acciones concretas de emergencia. La soledad es sinónimo de exclusión social y esto, puede aparecer a
cualquier edad, teniendo como ya sabemos, serias consecuencias.
La mayoría de las
personas que se sienten solas y vacías, más allá de sus circunstancias
particulares, por alguna razón han desconectado de su presente y necesitan
volver a alinear sus expectativas con sus verdaderos objetivos, valores e
ilusiones.
Tómate un tiempo para
analizar las razones por las que te sientes solo (a) y busca ayuda si la
necesitas para volver a enrumbar tu vida. Si eres creyente en alguna religión
acude a tu iglesia o templo en busca de compañía, nuevas amistades y hasta
ocasiones para colaborar con otras personas más necesitadas. Siempre
encontrarás a alguien a quien prestarle un servicio amoroso y entonces te
sentirás mucho más feliz y realizado.
Analiza tu vida en forma objetiva: Es importante que descubras qué aspectos de tu vida
te agradan y disfrutas, y cuáles no te gustan tanto, clarifica tu mente e intenta
escuchar esa voz interior que te ofrece información sobre ti misma y sobre tu
estado de ánimo.
Pregúntate: ¿Por qué me
siento de este modo? Y escucha… Te permitirá conocerte a ti mismo (a) mejor y
saber dónde estás parada. Luego toma las decisiones necesarias para cambiar
aquellas cosas que no te agradan y dale un nuevo rumbo a tu vida.
Intenta escribir un diario escribe todos aquellos pensamientos positivos o
negativos, ideas y reflexiones que vienen a tu mente a partir de esta
percepción de soledad interior. Escribir permite que tu subconsciente drene
muchas cosas que llevas guardadas dentro de ti, la palabra es una poderosa
terapia y te permite poner en orden tu mundo emocional, además, te hará
compañía cuando te sientas sola. Al leer lo que escribes conocerás muchas más
cosas sobre ti mismo(a) que te permitirán buscar soluciones reales a tu
situación actual.
Escribe una carta a un(a) amigo(a) en la que le
cuentas todo lo que te ocurre, que te duele y por qué te sientes de este modo.
Intenta ponerte en el contexto real de la situación y escribe la carta, te
resultará más fácil identificar la causa de tu sensación de soledad si estás
hablando con un(a) amigo(a) de tu confianza.
No hables de tu sentimiento de soledad a través de quejas y
autocompasión. Lo más recomendable es no enfocarse en lo mal que te puedas estar
sintiendo, busca algo que te gustaría hacer para no sentirte solo(a), lo más
importante es que te enfoques en iniciar nuevos proyectos y actividades que te distraigan.
Controla tu mente y aleja los pensamientos negativos, cuando lleguen intenta
cambiarlos por algo positivo.
Finalmente, la
sensación de soledad y vacío existencial se presenta cuando existe una
distancia entre tu situación actual y el ideal de vida que te gustaría
experimentar, por esta razón, es importante que identifiques y tengas muy claro
(lo que has escrito arriba te va a ayudar) qué es lo que te gustaría estar
viviendo y que establezcas cuál es el punto de partida, o sea, en qué punto te
encuentras en la actualidad, para así poder definir una ruta para alcanzar la
meta de tu situación ideal. Conocer el camino a seguir para alcanzar tu estado
deseado le dará un nuevo impulso a tu vida.
Toma acción y comienza
a hacer cosas diferentes, no te quedes en tu casa encerrado(a) dando vueltas y
vueltas en torno a aquellos pensamientos tristes, haz una lista con todas las
cosas que te gustan y te distraen y comienza a buscar información en esas áreas
que te atraigan.
Te dejo algunas ideas
para que revises cuáles te atraen más de todas.
Sesión de cine No es nada insólito ir al cine solo, porque muchas personas lo hacen y
te vas a sentir rápidamente acompañado(a) al entrar a la sala de cine. Esta es una de las mejores terapias
frente a la soledad porque una vez que comience la película dejarás de pensar
en tu situación personal y te meterás de lleno en la trama de la película y sus
personajes, siempre selecciona películas divertidas o las que te dejen una
lección de vida, a partir del ejemplo inspirador de sus protagonistas.
Lectura en la biblioteca Si te gusta la lectura, ve a tu biblioteca, elige un
buen libro, escoge uno entretenido que te permita sumergirte en su trama
rápidamente y no te aburra en los primeros capítulos. Si te quieres sentir acompañado(a)
mientras lees un buen libro, asiste a una Biblioteca pública y allí a través de
ese silencio imperante en este espacio cultural prueba también a buscar momentos
para socializar con otros lectores. Los libros también son una buena medicina
frente a la soledad y la tristeza.
Conciertos de música No dependas de la compañía de otra persona para
realizar planes que te gustan, disfrutar de un concierto musical te va a
distraer y va a hacer que olvides tus problemas por un tiempo. Existen espacios
para disfrutar de conciertos musicales, gratuitos o a bajos costos en tu
ciudad, busca la programación en centros culturales y planifica tus fines de
semana para asistir a estos eventos culturales.
Paseos Para cambiar los estados de ánimo no hay nada mejor que salir a dar un
paseo, preferiblemente paseos al aire libre por un parque, o en la playa son
perfectos para sentirse de mucho mejor ánimo. En muchos parques puedes buscar
opciones para conocer a otras personas, practicar un deporte, hacer yoga o
simplemente recargarte con la energía del ambiente natural. También puedes
combinar los paseos con otros planes, como ir de compras o al banco.
Comienza a practicar un deporte Busca información de academias deportivas e
inscríbete para que aprendas o desarrolles alguna actividad deportiva de tu
agrado. La natación es excelente porque ejercita todo tu cuerpo y a la vez
drena todos tus pensamientos negativos al enfocarte en la actividad.
Comunícate con tus seres queridos Cuando te sientes solo y/o triste piensas que todos
tus amigos y familiares se dan cuenta y saben lo que te ocurre, sin embargo,
esto no siempre es así, muy posiblemente ellos no se hayan dado cuenta de tu
malestar. Llámalos por teléfono y cuéntales cómo te sientes, lo que te preocupa
y te duele, así recibirás mucho más apoyo del que te imaginas y siempre diles
que te gustaría verlos para hablar un rato, tomar un café o salir a dar una
vuelta.
Inscríbete en una Academia de Baile una que te guste, que enseñe el estilo de baile que
más te atraiga, además de aprender a bailar te ayudará a socializar, a conocer
personas y a compartir con gente nueva, por lo que podrás salir del encierro de
tu casa y probar nuevas actividades.
De todas las cosas
tratadas hasta aquí, una de las más importantes es que intentes continuar con tu vida sin pasártela
pensando en esas sensaciones de soledad o tristeza. Es decir, trata de que tus ocupaciones
externas también sean un estímulo para desconectarte de tu mundo interior,
mental y emocional.
Busca concentrarte en un objetivo emocional distinto, por ejemplo, en
ayudar a otra persona, visita sitios donde haya personas que estén pasando por
situaciones difíciles (ancianatos, orfanatos, iglesias o templos religiosos) y
si está en tu posibilidad ayúdales, esto cambiará el enfoque de tu situación
personal al compararla con la de estas personas desde la óptica de un escenario
distinto, a la vez que siempre prestar un servicio amoroso nos llena de satisfacción
y gozo.
Siempre habrá un motivo para celebrar el día hoy. Para cambiar la
rutina escoge un día cualquiera y celebra, brinda por la vida, por tus logros,
por cualquier excusa, no esperes a que sea el día de tu cumpleaños, tienes
muchos motivos para mostrar gratitud. Las celebraciones más sencillas tienen
significado, deja volar tu creatividad y tu imaginación para concretar un
evento personal en este día e invita a tus amigos y familiares.
Ayuda psicológica. Si después de todo lo que hemos conversado hasta ahora percibes que no
te son útiles estos consejos y consideras que necesitas ayuda emocional
personalizada, no dudes en buscar apoyo profesional, no permitas que tu
sensación de soledad y tristeza siga creciendo y habla con tu médico de
cabecera para que te oriente en la elección de un profesional experto en salud
emocional.
No quieras reducir la
tristeza y la soledad de un momento a otro, esto requiere un proceso que
comienza con tu autoconocimiento y que veas oportunidades a futuro que animen
tu nuevo camino a recorrer. Todas las emociones y sensaciones son humanas y
pueden regresar en algún momento de manera natural, pero si te conoces bien a
ti mismo(a) ya sabrás cómo reaccionar y a no darle espacio en tu vida a estas
sensaciones nuevamente.
Recuerda que TU eres
un ser único en este Mundo y que sólo tú puedes buscar la felicidad dentro de
ti ya que nadie te la puede otorgar.
MIRIAM LÓPEZ URRUTIA
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BIBLIOGRAFIA
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