18 de noviembre de 2019

Las principales emociones humanas


¿Conoces cuáles son las principales emociones humanas?

Las emociones son todas aquellas reacciones que manifiestas ante factores o estímulos internos o externos. El efecto ante este estímulo es una alteración de tu estado de ánimo, la emoción te saca de tu estado habitual, te conmueve en forma agradable o desagradable.

La alegría, el placer, la tristeza, el miedo, la ira y el rencor son emociones que todos hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, cada una de ellas presenta características peculiares y específicas en las personas.

Evaluar nuestras reacciones ante estos estímulos nos ayuda a comprender, expresar y manejar de forma apropiada nuestros estados de ánimo, discernir entre lo bueno y lo malo y ser capaces de separar lo que nos conviene de lo que no nos conviene en ese momento.

Las emociones suelen jugar un papel importante en la forma en que pensamos y nos comportamos, y en general nos ayudan a sobrevivir y a prosperar.

Cuando estamos relajados y en armonía, la energía se mueve en un suave y ligero balanceo por todo nuestro organismo, parecido al movimiento de un péndulo.

Cuando aparece un estado de ansiedad, preocupación, angustia, rabia, frustración e impotencia nuestra energía deja de fluir de forma correcta causando distorsiones en las corrientes energéticas de nuestro cuerpo.

Esta distorsión bloquea los flujos normales de energía por nuestros canales dejando zonas con un volumen casi nulo de energía y otras con excesos de energía.



Si estas emociones alteradas se prolongan en el  tiempo  esta  zona  con déficit de energía comienza a resentirse  apareciendo  las dolencias en el cuerpo físico. A medida que  el  tiempo  transcurre, si no resolvemos este estado emocional, el dolor se intensifica y se va convirtiendo en crónico.

Lamentablemente, en estos casos, la ingesta de calmantes solo adormecerá el área del dolor pero no resolverá el problema real, al no atacar el origen del dolor sino su efecto ya en el cuerpo físico.

Si la distorsión del flujo de energía es de una alta magnitud, producto de un acontecimiento fuerte como una violación, secuestro, accidente traumático, una agresión física paterna, trauma infantil,… o  cualquier otro hecho que el individuo, en su momento, consideró  de extrema preocupación emocional, se puede producir un bloqueo energético de una zona específica del cuerpo.

Pudiendo aparecer tics nerviosos, fobias, estados agudos de ansiedad, ataques de pánico, pérdida de memoria, así como dolores fuertes de espalda, estómago y articulaciones, ya que el bloqueo desvía la energía hacia otros canales, produciendo con ello un desfase energético. La correcta fluidez de la energía por el cuerpo nos permite tener una percepción acertada de la realidad que nos rodea y de la información e interpretación que de ella hacemos.

Cuando el ser humano sufre un estado energético muy distorsionado, le induce directamente a una interpretación equívoca de la realidad, provocando con ello una respuesta exterior del individuo completamente anormal y deformada.

Las actitudes de las personas con problemas sicológicos son observadas por los demás como actos de demencia, enajenación, insensatez, sin darse cuenta de que el individuo es producto y expresión de una experiencia pasada que lo marcó energéticamente hasta el dia de hoy.

Para reconducir la energía habrá que exteriorizar la emoción, expulsar el sentimiento a través del habla, como se busca en las terapias especializadas en psicología o psiquiatría.

Entender lo que sucedió, la realidad de los hecho, el papel de uno en ellos, servirá para calmar esa huella e integrarla, para con ello, poco a poco ir re-armonizando nuestro ser.

El proceso será tan largo y arduo como la experiencia o experiencias sufridas y todos sus posteriores efectos colaterales.

Hay otros métodos para efectuar esta expulsión, como son los utilizados de forma ancestral por los chamanes y curanderos nativos. También existen terapias alternativas que a través de la sanación pránica, con los ángeles y con cristales se van suavizando los efectos dañinos de estas emociones alteradas.

El llanto también es una de estas exteriorizaciones emocionales, quizás la más común y menos comprendida, pues es uno de los actos más saludables que un individuo pueda experimentar, para sacar esa energía dañina de su organismo.




Cualquier catalizador que nos produzca el llanto podrá servir para que la emoción se exteriorice en forma de llanto, con o sin espasmos, cuando este proceso suceda tendremos la sensación de habernos librado de una carga pesada, la energía sube del pecho a la cabeza con una suave sensación calórica y de esta forma logramos liberarnos de esa carga que nos oprimía.

Los movimientos espasmódicos y el sonido del llanto sirven para reconducir la energía correctamente.

Las lágrimas, la mucosidad y la salivación que se produce sirven para sacar del cuerpo el dolor que las provocó.

Posteriormente al llanto, sentiremos una sensación de ligereza y cansancio producto de esa re-armonización. Nos entrara sueño y deberemos reposar. Cuando nos despertemos, sentiremos claramente como gran parte de las preocupaciones o dolencias que nos ocupaban se han desvanecido.

Debemos trabajar para ser felices, pues por reflejo, haremos felices a los que nos rodean, aunque este es un camino en solitario debemos andarlo ya que es un viaje interior.

Habrá que esforzarse en ver todas aquellas emociones que nos perturban que nos hacen sentir mal y buscar sus correspondientes causas para ir sanándolas una a una.

Será  muy importante ser sinceros con nosotros mismos para liberar todo aquello que habita dentro de nosotros y que nos perturba de una u otra forma.

Este camino muchas veces requerirá de ayuda externa, gente especial que a través de sus capacidades, conocimientos, profesiones y dones, nos guiarán, enseñará, o sanarán de aquello que nos perturba y así poder continuar con nuestro camino evolutivo.



Qué son emociones primarias o básicas.

Las emociones básicas o primarias aparecen durante el desarrollo natural de cualquier persona, con independencia del contexto en el que se desarrolle, y tienen como propósito ayudarnos a sobrevivir, dirigir nuestra conducta y favorecer la relación de los unos con los otros.

Las emociones básicas nos sirven para defendernos o alejarnos de estímulos nocivos (enemigos, peligros…) o aproximarnos a estímulos placenteros o recompensas (agua, comida, actividad sexual, juego…) y tienen como función mantener la supervivencia, tanto personal como de la especie.

1.- Características de las emociones básicas del ser humano

Las principales características de las emociones básicas en el ser humano, son:
  •     Se identifican por una expresión determinada (facial-corporal)
  •   Provocan una predisposición a la acción característica (función adaptativa)
  •   Son las que han tenido un papel esencial en la adaptación del organismo a su entorno (supervivencia, procreación…)
  •     Son universales, se dan en todas las culturas humanas
  •     Están presentes desde el nacimiento
  •     Perduran a lo largo del tiempo
  •   Se contagian (si vemos a una persona riendo, nos contagia su alegría)
  •     Provocan una reacción biológica involuntaria en el organismo
  •   Algunos autores las consideran como sistemas motivacionales primario

Funciones de las emociones básicas

Las emociones básicas o primarias tienen una reconocible función adaptativa que implica la inclinación hacia una determinada conducta, es decir, existe una función motivacional de las emociones:
  • El miedo nos prepara para la huida, la evitación, el afrontamiento o la protección ante el peligro
  • La tristeza tiende a la reintegración personal, la introspección y la reconciliación
  • La ira nos dota de recursos para la autodefensa o el ataque
  • La alegría tiende a la acción, la afiliación, al pensamiento flexible y divergente
  • La sorpresa a pararse y focalizar la atención en lo imprevisto
  • El asco o aversión tiende al rechazo o evitación de lo que nos pueda perjudicar
  • La culpa tiende a reparar
  • La admiración a imitar
  • La curiosidad tiende a la exploración
  • La seguridad al control
Como hemos visto, las emociones tienen como función original mantener la supervivencia. Pero lo que debemos tener en cuenta es que, hoy en día, nuestra supervivencia está generalmente garantizada y por tanto, las emociones, nos informan de peligros que pueden no ser reales o evidentes y debemos revisar si nos están ayudando o no en nuestra situación actual.



2.- Emociones secundarias o complejas

Cuando las emociones básicas se combinan para producir otras emociones más complejas, se producen las denominadas emociones secundarias, complejas o derivadas, pues se derivan de las primarias. Por ejemplo, la vergüenza es una mezcla de culpa y miedo.

Las emociones secundarias no presentan rasgos faciales característicos, ni una tendencia particular a la acción, por lo que pueden pasar desapercibidas o ser disimuladas (por ejemplo, los celos).

Funciones de las emociones secundarias
  • En muchas emociones secundarias encontramos funciones adaptativas reconocibles:
  • La ansiedad (anticipación del miedo) motiva a prepararse para el peligro
  • La hostilidad a inhibir conductas indeseables de otras personas, a evitar una situación de enfrentamiento o inclina hacia la agresividad
  • El humor y su expresión general, la risa, lleva a una actitud de afiliación, de propagación de un estado de ánimo positivo en el grupo
  • El amor lleva al cuidado y protección de la persona amada.
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3.- ¿Cuáles son esas emociones básicas que experimenta el ser humano?


EMOCIONES CONSTRUCTIVAS O POSITIVAS

1.-  PLACER

Satisfacción o sensación agradable producida por algo. Cosa que provo-ca que una persona tenga esta satisfacción o sensación agradable.


Cuando exploramos el terreno de las definiciones muchos coinciden en que el placer es algo así como una sensación o un sentimiento positivo, agradable, eufórico, explosivo y éste se presenta cuando un individuo consciente (hombre o mujer) logra satisfacer algún tipo de necesidad personal, por lo que éste es como una especie de monstruo de mil cabezas porque es totalmente subjetivo y se presenta de acuerdo a la personalidad, conocimiento y sensibilidad de quien lo está experimentando.

Así las cosas, podríamos ejemplificar que el placer se hace patente, por ejemplo, en bebida refrescante (no necesariamente embriagante o alcohólica) para aquel que tiene sed; el hambriento lo descubre a través de la comida; mientras que aquel que exhibe fatiga logra saciarla descansando y/o durmiendo; en tanto que aquellos que están excitados o con la líbido alta encuentras el placer teniendo sexo… lo cierto es que hay de placeres a placeres y éstos, obviamente, tienen su grado de complejidad para ser explicados y manifestados.

Por lo tanto, al momento de categorizarlo, nos encontramos que existen muchísimos tipos de placeres o satisfacciones, sobresaliendo entre éstos el placer físico, que va estrechamente vinculado a nuestros cinco sentidos (es totalmente sensorial) como lo son el sexo, la comida, los masajes, la música, el arte, el deporte, etcétera. Pero, ¡mucho ojo!, este tipo de satisfactores en exceso pueden convertirse en una primera instancia en vicios perniciosos y posteriormente en gravísimas adicciones.

También existe el placer psíquico, que como su nombre lo indica va poderosamente vinculado con la mente y/o el cerebro, por lo que la imaginación, la fantasía (sexual o no), el recuerdo de algo positivo, la felicidad, la empatía, los sentimientos de paz y serenidad nos ayudan a encontrar esta clase de satisfactor, los cuales bien encaminados y desarrollados nos pueden llevar a lo que conocemos como el placer intelectual, el cual podemos alcanzar si cultivamos nuestra curiosidad por cultivar el espíritu y nuestra sed de conocimiento, siendo el aprendizaje el mejor aliado para éste.

Y mis placeres favoritos, sin lugar a dudas son aquellos que están relacionados con las emociones, porque de éstas podemos tener acceso a la empatía que nos da el compartir nuestro amor y nuestro afecto hacia nuestros familiares, nuestros amigos y todos aquellos con los que nos sentimos a gusto y que directa o indirectamente su cercanía nos provoca una tremenda felicidad y gozo, lo que en un aspecto meramente biológico nos permite liberar sustancias como la dopamina, las endorfinas, la oxitocina y la serotonina, entre otras, las cuales nos ayudan a trabar poderosos enlaces neuronales y esto nos permite combatir la tristeza, la frustración, el dolor y demás sentimientos negativos.



2.- BIENESTAR

Textualmente quiere decir el bien estar y todo empieza con estar bien con un mismo.

Mantener una salud integral óptima es cuando contamos con una mente despejada, un cuerpo físico saludable y unas emociones equilibradas. Si nuestra vida tiene sentido y propósito estar bien resulta fácil.


Lo opuesto a esto es el malestar, que conlleva a dolencias físicas, dolores de cabeza o de espalda, irritabilidad, falta de sueño y descanso. Y si finalmente tu vida no está encaminada hacia un propósito que te motive, tu salud integral está siendo comprometida y pudieras enfermar.

El bienestar psicológico está relacionado con la manera cómo la gente vive su día a día enfrentando los retos que se van encontrando en sus vidas, ideando modos de manejarlos, aprendiendo de ellos y profundizando su sensación de sentido de la vida.

El bienestar psicológico engloba a un conjunto de sensaciones que hacen referencia a cómo juzgamos nuestra vida a nivel global. Además no está necesariamente relacionado con experimentar situaciones placenteras o con satisfacer nuestros deseos personales, porque esto sería algo pasajero, sino con un conjunto de dimensiones más amplias.

Las seis dimensiones que nos muestran este bienestar psicológico son las siguientes:


a) Auto-aceptación

Esta dimensión habla de la aceptación de todos los aspectos de uno mismo y del pasado tal como fue, sin caer en las garras de la impotencia por querer modificar o intervenir sobre aquello que ya sucedió.

b) Dominio del entorno

Esta dimensión se refiere a la habilidad para manejarse en un entorno difícil, teniendo la capacidad para adaptarse a las circunstancias adversas.

c) Relaciones positivas con los demás

Esta dimensión mide la capacidad que tienen las personas para relacionarse con los demás de una manera abierta y sincera.

d) Autonomía

Esta dimensión evalúa la independencia de las personas en diferentes aspectos de su vida. La sensación de poder elegir y poder tomar sus propias decisiones, de mantener un criterio propio y una independencia personal y emocional aunque los demás no estén de acuerdo.

e) Crecimiento personal

Esta dimensión mide la capacidad que tienen las personas para aprender de sí mismas, estando abiertos a experiencias nuevas y desafiantes. Si fomentas tu crecimiento personal, es posible que sientas que estás en continuo aprendizaje, tengas la capacidad de aprender de lo que vas recibiendo y sepas que tienes los recursos para ir mejorando.

f) Propósito de vida

Mide la necesidad de las personas de encontrar un propósito que de sentido a su vida. Las personas necesitan marcarse metas claras y asumibles, además de objetivos realistas. Piensa que de realizar bien esta tarea va a depender que obtengamos o no la mayor parte de nuestros refuerzos.



3.- ALEGRIA

Sentimiento grato y de gozo producido generalmente por un motivo placentero y que suele manifestarse exteriorizándose con una sonrisa.
La alegría es un sentimiento que se manifiesta con signos exteriores, es un estado interior de bienestar general con elevados niveles de energía, es una acción constructiva que puede ser percibida por todos. La felicidad es un estado de bienestar subjetivo que influye directamente en la actitud y comportamiento de los individuos.
Esta palabra proviene del latín alicer o alecris y es un sentimiento grato que se manifiesta con signos exteriores, gestos y actos que expresan júbilo. Es un estado interior generador de bienestar general, de energía y de disposición.

Es un valor que nos lleva a ser constructivos y que puede ser percibido en quien la experimenta debido a que la revela en su apariencia, decisiones, lenguaje y actos.
Se considera que la alegría es el estado de ánimo más confortable en el cual nos podemos encontrar y es necesario conocer la tristeza para poder experimentar la alegría.
La alegría es el estado de regocijo interior que nos hace sentir vivos y equilibrados; es una excitación que produce placer y felicidad y es un sentimiento grato que nos obliga a ver el lado risueño y gracioso de las cosas. Es una emoción expansiva que se necesita expresar y compartir con los demás. Para muchos, la alegría puede ser representada con el color amarillo y se le relaciona con el optimismo y el placer.
"La alegría es una red de amor por la que puedes atrapar almas". – Madre Teresa de Calcuta
Ha sido comprobado por la medicina psicosomática que la alegría es capaz de hacer funcionar mejor el hígado, el estómago, el corazón y los pulmones, también agudiza nuestra mente y la hace más eficiente.
Diversos factores son responsables de la diversidad en la experiencia emocional de la alegría (distinta forma de reaccionar ante estímulos desencadenantes de la alegría), no todos la facilitan, algunos inhiben o mitigan en grado variable el sentimiento de júbilo.
La principal función es la función adaptativa, desde el punto de vista de la regulación de los sistemas fisiológicos y psicológicos: Atenúa la respuesta fisiológica al estrés, reduce la ansiedad y atempera la agresividad.
Debido a que consigues más alegría al dar alegría a los demás, deberías dedicar una buena cantidad de tiempo en pensar en la felicidad que eres capaz de dar”.  
Eleanor Roosevelt.

4.- FELICIDAD

Con respecto a la felicidad o dicha lo más importante para alcanzarla es vivir en paz con todo el Mundo. Un suceso feliz,  dichoso referido a algo que se piensa o que se expresa. Que es oportuno, acertado o eficaz en un momento específico.


La Felicidad es la emoción que se experimenta cuando un ser vivo logra alcanzar una meta deseada. Los psicólogos definen la felicidad como una medida de bienestar subjetivo. Las personas felices tienen un enfoque positivo y buscan conquistar nuevas metas.

Es un estado de ánimo positivo subjetivo propio del individuo, pues lo que hace feliz a una persona, no necesariamente lo hará en otra.

Permite a los individuos sacar lo mejor de ciertas condiciones y mejora la actitud a la hora de abordar diferentes tareas.

La felicidad es un sentimiento que nos acerca a estados de bienestar. Es un conjunto de emociones que, mantenidas en el tiempo, producen cambios en el cuerpo y en la mente y se asocia con vivir plenamente y en buen estado de salud.

La felicidad es una sensación de plenitud con la vida, es entender que formamos parte de un todo que nos arropa y nos cuida.

La felicidad es dejarse llevar, liberándose de todo aquello superficial y banal para sentir, sin ningún tipo de preocupación, la esencia de la vitalidad en sí misma.



5.-  PAZ

Es un estado de tranquilidad, bienestar, estabilidad y buena relación entre los miembros de un grupo. Gran tranquilidad o calma existente en un lugar.


Es un estado anímico de tranquilidad y sosiego que experimenta la persona no turbada por molestias, preocupaciones, etc.

La paz es deseable universalmente y sabemos que para mantenerla es necesario ser tolerante y abierto al diálogo, independientemente de nuestros valores culturales. Es algo que todas las sociedades valoran.

La tranquilidad y la ausencia de sentimientos negativos (como la ira y la culpa) son consideradas un tipo de paz: la paz interior. Muchos cultos promueven las prácticas de reflexión y meditación para alcanzar ese estado.

Tener paz interior es experimentar un sentimiento de bienestar con uno mismo; es estar tranquilo y relajado internamente.

Esa sensación de estar bien con uno mismo, proviene de haber sanado las heridas del pasado y mantenerte en el aquí y el ahora. También es producto de tener una autoestima sana o esa que nutre las relaciones saludables con los demás. La paz interior hace posible que disfrutemos de los momentos en que estamos en soledad.

En el mundo de hoy donde el estrés prevalece y todo parece moverse a un ritmo acelerado, la paz interior es un estado al que todos deberíamos aspirar.



6.-  AMOR


Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona a la que se le desea todo lo bueno. Gusto, esmero y cuidado con que se hace algo.


El amor ha sido el tema favorito de filósofos, poetas, escritores y científicos durante generaciones; y, de hecho, cada uno de nosotros hemos luchado buscando su definición. Si bien, la mayoría de las personas está de acuerdo en que el amor implica fuertes sentimientos de afecto, es difícil describirlo en palabras.

El amor, es una emoción humana y compleja que nos cuesta comprender e interpretar. En general, se tiene una idea del amor muy idealizada, en la que se ve como un valor ensalzado, puro, universal, eterno e irracional que supera todas las barreras. Cuando hablamos de este tipo de amor, nos referimos al “amor romántico”, exclusivo de la cultura occidental y de la época actual.

Sin embargo, el amor es múltiple y  la experiencia afectiva está conformada por un conjunto de variables que se entrelazan de manera compleja. 



Es difícil precisar qué es el amor y unificar su terminología. Durante décadas, nuestra sociedad, se ha preocupado en especial por la educación intelectual y sus rendimientos y ha descuidado el aspecto afectivo. Ahora, sabemos que es necesario buscar un amor inteligente, capaz de integrar en el mismo concepto, los sentimientos y las razones en proporciones adecuadas. El amor no solo hay que sentirlo, sino incorporarlo a nuestro sistema de creencias y valores.
"Amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección". -Antoine de Saint-Exupéry.

7.- GRATITUD

Es importante destacar que esta emoción es propia de las personas estables con fuertes instintos sociales, lo cual les convierte en individuos afables. La gratitud se siente y se hace sentir, ya que es una emoción con propósito gregario concreto.

Gratitud es el sentimiento de valoración y estima de un bien recibido, espiritual o material, el cual se expresa en el deseo voluntario de correspondencia a través de las palabras o a través de un gesto. Por ser un sentimiento, la gratitud no es una obligación.

La palabra gratitud proviene del latín gratitudo, término que a su vez se forma de la raíz gratus, que significa 'agradable' y el sufijo tudo que expresa cualidad.

El sentimiento de gratitud no prescribe cuando la persona corresponde, ya que esta percibe el bien recibido como incuantificable, eterno o invaluable. Por ejemplo: "Siempre sentiré gratitud por la educación que me dieron mis padres".

La gratitud es estimada como un valor social, ya que en ella se ponen de manifiesto otros valores afines como el reconocimiento del otro, la reciprocidad de dones, la fidelidad, la lealtad y la amistad y, todo eso a su vez, puede llevar a construir el amor en su sentido más amplio.

En este sentido, la gratitud es sumamente importante para las relaciones humanas. Supone, de primera mano, que ambas partes se turnen en dar y recibir con el objetivo de alcanzar una sociedad cooperativa y solidaria entre los individuos que la conforman.

Los sinónimos y palabras afines de gratitud son agradecimiento, reconocimiento, correspondencia, devolución, entre otros. Lo contrario de gratitud es la ingratitud, el desagradecimiento o desconocimiento.




EMOCIONES DESTRUCTIVAS O NEGATIVAS

1.- MIEDO


Sensación angustiosa causada por la presencia, la amenaza o la suposición de un riesgo o de un mal.


Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad. Temor o recelo de que suceda algo contrario a lo que se desea.

Es una reacción que comienza con un estímulo estresante y termina con la liberación de sustancias químicas que causan, entre otras cosas, que el corazón y la respiración se aceleren o que el cuerpo se ponga tenso. El miedo suele provocar comportamientos propios de la respuesta de estrés y una respuesta conocida como de lucha o huida.

Sin embargo, este es un fenómeno complejo que no siempre se manifiesta exactamente del mismo modo ni tiene las mismas causas. La respuesta autónoma del miedo, es decir, la que no activamos de manera consciente, surge mucho antes de que nuestra razón haya podido decidir nada al respecto. Son muchas las áreas cerebrales relacionadas con el miedo.

No todas las personas sienten miedo a los mismos estímulos ni el contenido de todos los miedos son iguales.

Los miedos nos aprisionan en una especie de red que hace que no seamos libres, ya que observaremos y sentiremos que a medida que los vamos superando y derribando nuestro horizonte mental y físico se va expandiendo hasta donde quizás nunca nos imaginamos.

Los miedos son sólo bloqueos de energía, causados por una mala experiencia, que nos produjo una mala emoción, esta se queda grabada y cada vez que pensamos sobre aquel acontecimiento, aparece de forma inequívoca una reacción tanto mental como física.

Ser conscientes de quienes somos significa al mismo tiempo decidir que deseamos expandirnos, que deseamos mejorar como individuos, que deseamos ser más felices y por consecuencia directa hacer más feliz a la gente que nos rodea.

Si los miedos no se superan, nuestra realidad girará sobre ellos de una forma circular y la vida nos pondrá cada vez enfrente de la misma situación, hasta que decidamos aprender de ese miedo, aceptarlo, asimilarlo y proseguir con nuestro camino.

Desbloquear esos miedos significa equilibrarse, armonizarse con el Ser de Energía Consciente que somos permitiéndonos escucharnos y sentirnos con más sinceridad de la que nunca hubiéramos imaginado y actuar en consecuencia.



2.- RABIA

Enojo o disgusto que se experimenta ante una situación que no resulta tal y como se había previsto o esperado, se manifiesta con palabras, gritos y ademanes bruscos y violentos.


La rabia es un sentimiento que al igual que la ansiedad afecta emocional, cognitiva y fisiológicamente. El detonante suele ser la creencia de que uno ha sido deliberadamente provocado. La ira, la rabia y enfado no son ni buenos ni malos, normalmente lo bueno o malo surge de cómo gestionamos estas emociones.

La rabia es una emoción primaria que activa nuestras funciones de supervivencia. Es un indicador de que estamos siendo amenazados y tratados de manera injusta por lo que nos prepara para la defensa. Es decir, se trata de una emoción activa y, por lo tanto, nos mueve a realizar una acción. Asimismo, como toda emoción, su efecto es pasajero y limitado en el tiempo.

En este sentido, es necesario primero de todo aprender a identificar la rabia ¿dónde la noto?, ¿de qué manera?, ¿en qué parte del cuerpo? Al tratarse de una emoción activa, físicamente los cambios son muy evidentes nos permitamos o no la emoción. Aumento de las pulsaciones y de la temperatura corporal, tensión en las espaldas, ceño fruncido, puños cerrados, etc. Si nos centramos en nuestro propio cuerpo, el hecho de darnos cuenta de esta emoción puede resultar más fácil.

En este punto, una vez consciente de la emoción hemos de encontrar la manera de expresar y dejar salir esta rabia. Para ello existen diferentes opciones y cada persona, ha de decidir, cuál es la más oportuna en ese momento y con esa situación.




3.- TRISTEZA

Sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista, la insatisfacción y la tendencia al llanto.


Es una emoción que generalmente surge ante las pérdidas que sufrimos en la vida, de ahí que sea tan intensa como profundo sea el vínculo con lo perdido. Es un dolor generalizado en el cuerpo, pero sobre todo en el alma.  A diferencia de las demás emociones, la tristeza está caracterizada por una falta de energía.

La tristeza es la emoción que activa el proceso psicológico que nos permite superar pérdidas, desilusiones o fracasos. Nos permite establecer distancia con las situaciones dolorosas para impulsar la interiorización y cicatrización del dolor generado por ellas. Así mismo, el sentir tristeza, nos ayuda a tener empatía con la tristeza de los otros y así crear redes de apoyo y consuelo.

Es una emoción que se produce en respuesta a sucesos que son considerados como no placenteros y que denota pesadumbre o melancolía. ¿Vives sumido en la tristeza? Si la respuesta es afirmativa, no debes dejar que este sentimiento te derrote. Es posible que haya días que estés más triste, abatido, con un estado de ánimo bajo o que sientas que no eres capaz de hacer frente a las circunstancias actuales, pero lo que no puedes permitir es que este tipo de pensamientos se conviertan en tus compañeros eternos de vida y acaben afectándote en exceso.

Otra de las funciones es actuar como una llamada de ayuda (despierta simpatía y la atención de los demás), funciones de cohesión con otras personas, especialmente con aquellos que se encuentran en la misma situación.

Puede generar ayuda de otras personas, así como apaciguamiento de reacciones de agresión por parte de los demás, empatía, o comportamientos altruistas.
4.- IRA

Sentimiento de enfado muy grande y violento, la ira es un término de origen latino que se refiere a la furia y la violencia. Se trata de una conjunción de sentimientos negativos que genera enojo e indignación. 


La psicología recomienda exteriorizar la ira de alguna manera, para evitar que ésta devenga en enfermedad.


Dado que se trata de una cuestión interna, la visión que cada persona tiene de la ira es potencialmente diferente, independientemente de la definición oficial que le haya dado la psicología. Del mismo modo, los disparadores de esta sensación y las formas en la que reaccionan ante su aparición varían de individuo en individuo. En general, la ira se encuentra íntimamente ligada a la frustración, dado que surge como una combustión ante la imposibilidad de resolver algo.

Podemos distinguir, a grandes rasgos, entre un tipo de ira que persiste a lo largo del tiempo, que aparece como respuesta a un suceso negativo del pasado que aún no haya sido resuelto, y otro pasajero, puntual, provocado por un conflicto bien definido y que tenga lugar en el presente.

En el primer caso, se conoce que quienes han sufrido abusos, ya sea sexuales o psicológicos, durante la infancia y no hayan tenido la oportunidad de enfrentar a sus agresores suelen presentar brotes de ira a lo largo de toda su vida.


Aquí entra de nuevo la frustración, dado que la víctima siente una gran angustia ante la injusticia que vivió y el hecho de no poder cambiar su pasado, y esto se convierte en un cúmulo de violencia que jamás logrará desatar contra la o las personas responsables de su dolor, por lo cual la explosión tendrá lugar de forma casi cíclica año tras año. Esto no significa que esta ira acumulada no pueda encausarse y canalizarse de una forma no dañina para el sujeto.

Algunos especialistas aseguran que la ira puede surgir por una predisposición de tipo genética o biológica. Se sabe que la fatiga, los cambios hormonales, los problemas sexuales, la depresión o el hambre inciden en las reacciones que manifiestan ira.




5.- DEPRESIÓN

Sentimiento de profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas.


La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos.

La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más. Los principales síntomas serían la tristeza constante, decaimiento, irritabilidad, sensación de malestar, impotencia, frustración a la vida y puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida.

La depresión puede tener importantes consecuencias sociales, laborales y personales, desde la incapacidad laboral (ya que se puede presentar un agotamiento que se verá reflejado en la falta de interés hacia uno mismo, o incluso el desgano para la productividad, lo cual no solo afectará a quien está pasando por la depresión, sino también a quienes lo rodean) hasta el suicidio. 

Otros síntomas por los cuales se puede detectar este trastorno son cambio del aspecto personal, enlentecimiento psicomotriz, tono de voz bajo, constante tristeza, llanto fácil o espontáneo, disminución de la atención, ideas pesimistas, ideas hipocondríacas y alteraciones del sueño.




6.- ANGUSTIA

Estado de intranquilidad o inquietud muy intensa causado especialmente por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o un peligro. Agobio o sensación de opresión en la región torácica o abdominal que produce respiración fatigosa; generalmente no tiene una causa precisa.


La angustia es un estado afectivo de carácter penoso (conocido en algunos lugares de España como Bermejo) que se caracteriza por aparecer como reacción ante un peligro desconocido o impresión. Suele estar acompañado por intenso malestar psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales como elevación del ritmo cardíaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o de falta de aire (de hecho, “angustia” se refiere a “angostamiento”).

En el sentido y uso vulgares, se lo hace equivalente a ansiedad extrema o miedo. La persona puede experimentar tristeza, nerviosismo, irritabilidad, dolores de cabeza, problemas para conciliar el sueño o ansiedad son algunos de los síntomas que vienen a dejar patente que alguien está sufriendo angustia.



7.- DOLOR

El dolor emocional merece la misma atención que el dolor físico. Al igual que buscamos remedios y tratamientos para aliviar heridas y contracturas, debemos hacer lo mismo con nuestros pesares, miedos y tristezas.


Ante una decepción, un amor roto, una traición, una mentira o la pérdida de un ser querido sentimos dolor emocional. Un dolor desgarrador que lleva plasmándose siglos y siglos en poemas y canciones llenas de sufrimiento.

Estas intuiciones poéticas han obtenido apoyo desde los estudios neurofisiológicos, los cuales, han encontrado que la metáfora del dolor psicológico generado por algún tipo de pérdida social o emocional se refleja en nuestros circuitos cerebrales.

Algo que nos queda muy claro de toda esta información es que el dolor físico y el dolor emocional comparten sendero. Por eso no debemos menospreciar las heridas emocionales y dejar que sanen “de cualquier manera y al aire”.

En verdad que nuestro corazón se rompa o que nuestro amigo nos traicione nos duele intensamente a nivel mental y fisiológico. La gran mayoría de nosotros será consciente del desgarro que se siente cuando nos toca acabar la historia con, por ejemplo, nuestro primer amor.

Estamos acostumbrados a enterrar el dolor emocional, no hay duda. A menudo esto es así porque se nos enseña a «disimular» lo que nos hace daño. Ocultamos por así decirlo, todo ese padecimiento al que nos someten las heridas psicológicas. Sin embargo, hay que tener claro un aspecto.


                
8.- DOLOR FISICO

Al igual que atendemos nuestro dolor físico, debemos cuidar y sanar el dolor emocional. Enfocarnos en dejar fluir y soltar esas emociones alteradas que tanto daño nos hacen.



DOLOR EMOCIONAL             


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MIRIAM LÓPEZ URRUTIA

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