¿Sabes cuáles son las principales causas de un divorcio?
Las
causas pueden ser primeramente:
Obvias e indiscutibles o Inconscientes
Por ejemplo:
- Voy manejando y se me cae el celular, me agacho a recogerlo y choco el carro. En este caso, es fácil conocer la causa, porque es obvio e indiscutible que no debemos quitar la vista de enfrente cuando manejamos y tampoco utilizar el celular cuando estamos manejando.
- Inconscientes. Como los pensamientos, recuerdos, emociones, sobre todo si no son expresadas, hábitos de conducta, creencias o paradigmas que poseemos, etc.
¿Por qué
es importante entender esta relación entre la causa y el efecto?
Cuando
no conocemos las causas del divorcio, pueden suceder varias cosas:
a.- Repetimos el mismo error
una y otra vez, sin darnos cuenta.
b.- No aprendemos nada de lo
que está sucediendo.
c.- Mantenemos unas expectativas arraigadas sobre el comportamiento de la otra persona.
d.- Suponemos cosas que pueden no tener nada que ver con la realidad, lo
que puede provocar mayores problemas o discusiones.
Por ejemplo:
* Mi
pareja está de mal humor y yo, sin aclararlo con ella (el), doy por hecho que
está enojada(o) conmigo. Esta suposición puede provocarme diferentes emociones
que me hacen sentir mal (enojo, tristeza, preocupación, angustia, etc.) y/o
distintas conductas inapropiadas (le dejo de hablar, le hablo de manera
golpeada, etc.) que pueden provocar discusiones o problemas entre nosotros.
* Cuando
no conocemos las causas de nuestro divorcio, podemos atribuir culpas
equivocadamente, se afecta nuestra autoestima, no podemos perdonarnos y
perdonar a nuestra ex-pareja, tomamos decisiones equivocadas y sobre todo, no
aprendemos de lo que sucedió y vamos a volver a cometer los mismos errores o
parecidos, con otras personas.
Las causas principalmente pueden ser: Internas
y/o externas.
Causas Internas.
Estas se
pueden dar tanto en el hombre como en la mujer. Pueden darse en uno o en ambos.
1.- Falta de conocimiento de
nosotros mismos. Cuando no nos conocemos, no
sabemos lo que realmente queremos en la vida, lo que nos gusta y lo que nos molesta, negamos muchos de
nuestros sentimientos e incluso de los pensamientos y creencias que determinan
nuestra conducta. Esto hace que desconozcamos la causa de nuestra insatisfacción
y coraje y culpemos a los demás de nuestro malestar, sufrimiento o conducta.
Esta actitud aumenta nuestros problemas y evita que busquemos una solución.
2.- Expectativas personales, no cumplidas. Cuando nuestra idea de lo que "debe" de ser nuestra pareja o
de lo que nos "debe" de dar, está basada en nuestros deseos o
sentimientos y no en la realidad, pueden surgir grandes problemas en la
relación. Estas expectativas están basadas en nuestras necesidades, carencias y
forma de ser y en la creencia de que si mi pareja me quiere, me va a hacer
feliz.
Por otro lado, no comunicamos estas necesidades a nuestra pareja y asumimos que el o ella deberían de saberlo o adivinarlo. Esto es
un error muy común, buscando afuera la felicidad y el bienestar propio. Reconoce que ninguna persona puede darte bienestar interno, ni satisfacer tus expectativas idealizadas.
3.- Intolerancia ante las
diferencias de la pareja. Con la
convivencia, conocemos aspectos de nuestra pareja que pueden desagradarnos.
Aspectos que no percibimos o les restamos importancia durante el noviazgo. Al
enfrentarnos a ellos, le exigimos al otro que sea diferente, sin preguntarle si puede y quiere cambiar.
A veces, asumimos que nuestra manera de comportarnos es la correcta y que mi pareja es la que, o el que, tiene que cambiar, sin buscar un camino común y
enriquecedor para el manejo de dichas diferencias. Por lo que al no ceder ante las exigencias del otro, no tomamos en cuenta la
importancia y necesidad de llegar a acuerdos para lograr una mejor armonía y convivencia juntos.
La
base de cualquier buena relación no está en que el otro sea como yo quiero.
Está en establecer acuerdos de convivencia, comprender y tolerar las diferencias y dar lo
mejor de mí. Si ambos actúan así, la distancia emocional se acorta.
4.- Inmadurez. Una relación no puede funcionar cuando la actitud de uno de los miembros
es infantil, irresponsable o exageradamente dependiente. Cuando esto sucede, la
persona inmadura espera que el otro la "haga feliz", le solucione los
problemas, etc. y su conducta tiende a ser caprichosa, inconstante,
malcriada, etc. Hay personas que se casan buscando modelar a la madre o al padre, para poder satisfacer una carencia de la niñez. Esta actitud desgasta la relación y cansa a la pareja.
5.- Desinterés en mejorar la
relación.Todas las relaciones de pareja tienen sus épocas críticas y difíciles. Cuando esto sucede y la relación nos interesa, estamos
dispuestos a trabajar para mejorarla, la comunicación tiene que ser más asertiva y ambos tienen que colaborar. Esto implica un esfuerzo personal, basado
en el reconocimiento de nuestra responsabilidad y en el trabajo relacionado con
nuestra conducta como pareja. Pero sobre todo, no esperar que sea el otro el
que dé el primer paso o el que haga lo necesario. Si me interesa arreglar las cosas, no me espero a ver qué
pasa, actúo yo primero.
6.- Insatisfacción personal Podemos estar insatisfechos de nuestra relación de pareja. Pero cuando la causa
básica de nuestros conflictos como pareja, surge de la insatisfacción personal,
no podemos exigirle al otro que llene nuestros espacios emocionales, existenciales o de tiempo.
Nos corresponde a nosotros averiguar qué nos sucede y tratar de resolverlo, aún cuando esto requiera de ayuda profesional.
7.- Celos injustificados.
Los celos son fuente constante de conflictos y malestar para ambos miembros de
la pareja. Cuando son injustificados, tienen que ver más con nuestra
autoestima y nuestros miedos, que con el comportamiento de nuestra pareja. Por lo tanto, la
solución está en nuestras manos.
8.- Baja Autoestima. Una autoestima baja, repercute en todas las conductas y actitudes de quién la vive. En la relación de pareja, cuando uno de los miembros o ambos son muy inseguros, su actitud es negativa, generando tensión y malestar.
8.- Baja Autoestima. Una autoestima baja, repercute en todas las conductas y actitudes de quién la vive. En la relación de pareja, cuando uno de los miembros o ambos son muy inseguros, su actitud es negativa, generando tensión y malestar.
Por ejemplo:
a.- La persona tiende a ser
muy dependiente o a buscar la constante aprobación y elogios de su pareja, lo
que puede ser agobiante para ésta.
b.- Cuando se siente mal,
insegura, criticada, atacada, etc., (lo que sucede con frecuencia), demanda de
su pareja que la "haga" sentir bien.
c.-Le es difícil reconocer
sus errores, pedir disculpas "responsablemente" y actuar para
remediar las cosas.
d.- Puede ser muy demandante, manipuladora y/o celosa.
9.- Una idea equivocada del amor. Cuando esto sucede, la
persona cree y por lo tanto espera, que la emoción y excitación de los primeros
momentos, sea constante y dure para siempre, de no ocurrir así se siente frustrada y malhumorada constantemente. También puede pensar que con
amarse es suficiente para tener una buena relación, por lo que no se
esfuerza por mejorar ni cambiar la suya.
10.- Falta de reconocimiento y
aceptación de las crisis normales de la
pareja. Si no aceptamos que existen etapas críticas en todas las parejas,
cuando éstas surgen, en vez de buscar la solución y adaptación a los cambios
"normales", las vemos como amenazantes o sinónimo de que el amor y/o
la relación ya se terminó.
11.- Dejamos de amar a nuestra pareja. Esta e una razón muy común en los conflictos de pareja, sin embargo, es importante distinguir entre el enamoramiento y el amor maduro:
a.- El enamoramiento no dura más de un par de
años.
b.- El amor también puede acabarse en el tiempo. Cuando esto sucede es importante analizar qué
fue lo que se terminó, el amor, el enamoramiento o ambos.
c.- El enojo, resentimiento o ideas equivocadas,
pueden impedir que reconozcamos nuestros verdaderos sentimientos hacia nuestra
pareja.
d.- El amor
se puede acabar por el desgaste de los conflictos, la tensión mal manejada, por
constantes decepciones, infidelidad, etc. O puede ser que nunca haya existido y
que lo que pensamos que era amor fue simplemente dependencia, amor idealizado,
etc.
12.- Falta de compromiso emocional. El compromiso es una actitud. Es el deseo y la resolución de involucrarme sentimentalmente con la otra persona, de respetarla y dar lo mejor de mí, porque yo deseo hacerlo y no por obligación de nadie y sin condicionarlo a la conducta de la otra persona.
El
compromiso está basado en un acuerdo conmigo mismo y/o con el otro y puede ser
cambiado o terminado cuando lo considero necesario, aceptando las consecuencias
de mi decisión y conducta. Es importante recordar que una relación es de dos.
Para que se dé un buena relación, ambos tienen que estar presentes
emocionalmente y dispuestos a dar lo mejor de sí.
13.- Por aprendizaje de
experiencias previas, sobre todo durante la
niñez. Las experiencias que vivimos en la
niñez son la base de muchas de nuestras creencias, temores y conductas. Si
aprendimos, por ejemplo, a huir de los problemas o a creer que ningún hombre (o
mujer es) confiable o vale el esfuerzo, no vamos a tratar de resolver los
problemas que se presentan en nuestras relaciones.
También hay que considerar que si tenemos otros fracasos matrimoniales sin haber aprendido de ello, vamos a seguir repitiendo estas conductas cada vez que tengamos una nueva pareja.
Causas Externas.
1.- Situaciones críticas. Son aquellas situaciones críticas o problemáticas que no se sabe
manejar y que van acumulando sentimientos negativos que llevan a la distancia
emocional y/o a conflictos constantes que acaban con la relación.
Pueden suceder debido a :
- Un embarazo no deseado.
- Enfermedades importantes en un miembro de la familia.
- Problemas sexuales.
- Infidelidad.
- Problemas económicos.
- Intervención constante de la familia de cualquiera de los dos.
También
puede suceder que, debido a las ocupaciones de ambos, la pareja deja de
compartir y de comunicarse, hasta llegar al desinterés mutuo.
3.- Rutina y aburrimiento. Cuando nos sentimos apáticos y poco motivados para estar con nuestra
pareja o para hacer algo por mejorar la relación, está se termina,
independientemente de que nos separemos o de que continuemos juntos. No comparten actividades de disfrute y cada quien lleva su vida por separado con amigos o familiares.
4.- Violencia intrafamiliar de parte de cualquiera de las dos personas, hacia la pareja o hacia los
hijos.
5.- Alcoholismo o drogadicción. De alguno de los dos miembros de la pareja
¿Qué puedes hacer? Aquí comparto contigo algunos consejos
para superar tu separación o divorcio:
- Analiza cuáles pudieron ser las causas de tu divorcio. Recuerda que generalmente son más de una.
- Enfócate en ti. En lo que crees que está relacionado con tu actitud de vida, pensamientos, sentimientos y conducta.
- No busques culpables. Responsabilízate por lo que tiene que ver contigo.
- Recuerda que un matrimonio es de dos y un divorcio también es de dos.
- Lo importante es que no te sientas culpable o enojado contigo mismo por lo que hiciste o dejaste de hacer, sino que aprendas de tus errores.
- Aunque en estos momentos no lo veas así, la vida sigue y tienes por delante muchas oportunidades de ser feliz. ¡Lo mejor está por venir!
- Pero para ello tenemos que aprender de nuestros errores, corregirlos cuando es posible o evitar volverlos a cometer.
- Seguir adelante y recuperar la alegría de vivir.
Si requieres de alguna asesoría personal o un acompañamiento emocional, no dudes en comunicarte conmigo a través de mi Correo Electrónico, Messenger o rellena el formulario de contacto.
Estaré feliz de atenderte!!!!
MIRIAM LÓPEZ URRUTIA
Comunícate conmigo por:
FanPage: @NuevoRincóndeMiriam
Instagram: @rincondemiriam
Email: miriam.lopezu@gmail.com
Pinterest: Rincón de Miriam
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiaJCrWriHIG7LeQXHPdDh1wwYtjP62_cKoYfjhmRBA4rEjz3yj_kyR_ZOdrBDh6Bxt28o3jTPtP0j2MDTbiWwmWp5NqVwPcxNS0apGOMiYBwg19PHMCTUEOuOdei7lATl6m2FGL9Esns/s320/diapositiva+11.png)
Tomado de:
Imágenes de: