EMOCIONES
TRISTEZA Y SOLEDAD
Por
Miriam López Urrutia
Las emociones básicas o primarias aparecen durante la vida de cualquier
persona, con independencia del contexto en el que se desarrolle, y tienen como
propósito ayudarnos a sobrevivir, dirigir nuestra conducta y favorecer la
relación de los unos con los otros.
Las emociones básicas nos sirven para defendernos o alejarnos de
estímulos nocivos (enemigos, peligros…) o aproximarnos a estímulos placenteros
o recompensas (agua, comida, actividad sexual, juego…) y tienen como función
mantener la supervivencia, tanto personal como de la especie.
Pero lo que debemos tener en cuenta
es que, hoy en día, nuestra supervivencia está generalmente garantizada y, por
tanto, las emociones, nos informan de peligros que pueden no ser tan reales o
evidentes y debemos revisar que no sea nuestra mente la que esté inventando
situaciones para mantenernos con las emociones alteradas.
Ante una decepción, un amor roto, una traición, una mentira o la pérdida
de un ser querido sentimos dolor emocional. Es el tipo de dolor desgarrador que
ha sido inmortalizado por mucho tiempo en poemas, películas y canciones llenas
de sufrimiento, despecho y amargura.
De toda la información que he revisado y estudiado, me queda muy claro
que el dolor físico y el dolor emocional comparten sendero. Por eso no debemos
menospreciar las heridas emocionales sin prestarle la adecuada atención,
sobretodo porque, como pueden leer en mi artículo de cómo las emociones nos causan
enfermedades y dolencias físicas, representan una de las principales
causas de los dolores que nos aquejan.
Una de las cosas que tenemos que entender es
que estamos en este mundo para aprender a ser felices, pues por reflejo,
haremos felices a los que nos rodean, en muchos casos este es un camino en
solitario que podremos caminarlo, aunque sea un viaje interior.
Lo recomendable es mantener una observación de
todas aquellas emociones que nos perturban, que nos hacen sentir mal y buscar
sus correspondientes causas en los pensamientos que las originaron, para ir
sanándolas una a una.
El autoanálisis requiere que cada uno de
nosotros sea muy sincero consigo mismo para liberar y descubrir todo aquello
que habita dentro de nosotros y que nos perturba de una u otra forma.
Este camino muchas veces requerirá de ayuda
externa, gente especial que a través de sus capacidades, conocimientos,
profesiones y dones, nos pueden guiar, enseñar, o sanar de aquello que nos
perturba y así poder continuar con nuestro camino evolutivo, no dudes en buscar
ayuda si sientes que solo (a) no puedes lidiar con las emociones que te
perturban.
En este artículo me voy a enfocar en dos
emociones básicas que últimamente muchas personas están sintiendo o
experimentando en sus vidas, tales son la tristeza
y la soledad, las cuales van de la mano en muchos casos y sus síntomas y
reacciones son muy parecidos.
Es mi intención mostrarles sus características
principales, así como darles algunos consejos para manejarlas y poder ir poco a
poco sanándolas en sus vidas.
La tristeza es un sentimiento de dolor anímico
producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de
ánimo pesimista, insatisfacción y tendencia al llanto, generalmente se produce
en respuesta a sucesos que son considerados como no placenteros y que denotan
pesadumbre o melancolía.
La tristeza es la emoción que
activa el proceso psicológico que nos permite superar las pérdidas,
desilusiones o fracasos que sufrimos en la vida, el grado de intensidad, así
como de profundidad que manifiesta, dependerá del vínculo que había con lo
perdido. Adicionalmente, esta emoción nos permite establecer distancia con las
situaciones dolorosas para impulsar la interiorización y cicatrización del
dolor generado por la pérdida. Así mismo, el sentir tristeza, nos ayuda a tener
empatía con otros y así poder acercarse a familiares, amigos o redes de apoyo y
consuelo.
El dolor que produce la tristeza se generaliza en todo el cuerpo, pero
sobre todo se siente en el alma y como si nos faltara el aire. A diferencia de las demás emociones, la
tristeza está caracterizada por una falta de energía.
Si vives sumido en la tristeza, no debes dejar que este sentimiento te domine.
Es posible que haya días en que te encuentres más triste, abatido, con un
estado de ánimo bajo o que sientas que no eres capaz de hacer frente a las
circunstancias actuales, pero lo que no puedes permitir es que este tipo de
pensamientos y sentimientos se conviertan en tus compañeros eternos de vida y
acaben afectando tu salud física.
Si quieres liberarte de la tristeza, no debes pelear con ella, por más
rebelde que ella sea e insista en quedarse contigo hasta que la escuches,
aprende a drenar, a soltar y fluye. La función de las emociones incómodas es
esa: informarte de que algo no anda bien para que evalúes cómo resolverlo. En
el caso de la tristeza, su cometido es decirte que hay una carencia, un vacío y
que puedes buscar cómo llenar nuevamente ese espacio de tu vida.
Otra de las funciones de la tristeza es actuar como una llamada de ayuda (despierta simpatía y
la atención de los demás), funciona de cohesión con otras personas, especialmente
con aquellos que se encuentran o ya pasaron por la misma situación.
Puede generar ayuda de otras personas, así como calmar algunas
reacciones de agresión por parte de los demás, busca la empatía o promueve comportamientos
altruistas.
El llanto
también es una de las exteriorizaciones emocionales, quizás la más común y
menos comprendida, pues es uno de los actos más saludables que un individuo
pueda experimentar, para sacar esa energía dañina de su organismo.
Cualquier catalizador que nos produzca el llanto podrá servir para que la emoción se exteriorice en forma de llanto, con o sin espasmos, cuando este proceso suceda tendremos la sensación de habernos librado de una carga pesada, la energía sube del pecho a la cabeza con una suave sensación calórica y de esta forma logramos liberarnos de esa carga que nos oprimía.
Cualquier catalizador que nos produzca el llanto podrá servir para que la emoción se exteriorice en forma de llanto, con o sin espasmos, cuando este proceso suceda tendremos la sensación de habernos librado de una carga pesada, la energía sube del pecho a la cabeza con una suave sensación calórica y de esta forma logramos liberarnos de esa carga que nos oprimía.
Los movimientos espasmódicos y el sonido del
llanto sirven para reconducir la energía correctamente. Las lágrimas, la
mucosidad y la salivación que se produce sirven para sacar del cuerpo el dolor
que las provocó.
Posteriormente
al llanto, sentiremos una sensación de ligereza y cansancio producto de esa
re-armonización. Nos entrara sueño y deberemos reposar. Cuando nos despertemos,
sentiremos claramente como gran parte de las preocupaciones o dolencias que nos
ocupaban se han desvanecido.
Continúa leyendo para más información sobre las causas de la soledad y tristeza, razones para sentirse solo y algunos consejos para superar estas emociones....>