10 de septiembre de 2020

¿Qué representan las partes de tu cuerpo?

En este artículo mostraré un resumen de lo que significa cada parte de tu cuerpo, de manera que si tienes alguna dolencia allí te sea más fácil identificar la causa y corregirla.

Los cabellos: Mi fuerza.
El cuero cabelludo: Mi fe y mi lado divino
La cabeza: Mi individualidad
Los ojos: Mi capacidad de ver
Las orejas (oídos) Mi capacidad de oír
La nariz: Mi capacidad de oler o sentir a las personas o situaciones.
Los labios: Mi labio superior está relacionado con el lado femenino y el labio inferior con el lado masculino.
Los dientes: Mis decisiones, vinculadas al lado femenino arriba, vinculadas al lado masculino, abajo.


El cuello: Mi flexibilidad, mi capacidad para ver varios lados de las situaciones de la vida.
La garganta: La expresión de mi lenguaje verbal y no – verbal, mi creatividad.
Los hombros: Mi capacidad para llevar una carga, responsabilidades.
Los brazos: Mi capacidad para tomar a las personas o las situaciones de la vida. Son la prolongación del corazón. Sirven para ejecutar las órdenes. Están vinculados a lo que hago en mi vida, por ejemplo mi trabajo.

Los codos: Mi flexibilidad en los cambios de direcciones en mi vida.

Los dedos: Los pequeños detalles de lo cotidiano.
El pulgar: vinculado a las inquietudes o a mi intelecto o a mi audición.
El índice: Vinculado a miedos o a mi personalidad (ego) o a mi olfato.
El mayor: Vinculado a la ira o mi sexualidad o a mi visión.
El anular: Vinculado a pena o a mi unión o a mi tacto
El auricular: Vinculado a pretensión o mi familia o al gusto.


El corazón: Mi amor.
La sangre: La alegría que circula en mi vida.
Los pechos: Mi lado materno
Los pulmones: Mi necesidad de espacio, autonomía, Vinculados a mi sentimiento de vivir.
El estómago: Mi capacidad para digerir nuevas ideas.
La espalda: Mi soporte, mi apoyo.

La Columna vertebral: Vertebras cervicales. Inflexibilidad, rigidez, no aceptar otros puntos de vista
Las rodillas: Mi amor propio, mi orgullo, mi testarudez. No quiero caminar solo, quiero compañía.

Los pies: Mi dirección (quedarse en el mismo sitio). Mi comprensión de mí – mismo y de la vida (pasado, presente, futuro). Quedarse sin un rumbo o destino.
Los dedos de los pies: Los detalles de mi porvenir.
La piel: Mi vínculo entre mi interior y mi exterior (equilibrio).
Los huesos: La estructura de las leyes y principios del mundo en el cual vivo.
El útero: Mi hogar.
Los intestinos: (sobre todo el grueso, el colón): mi capacidad para soltar, dejar fluir lo que me es inútil y dejar fluir los acontecimientos de mi vida.
Los riñones: La sede del miedo.
El páncreas: La alegría que está en mí.
El hígado: La sede de la crítica.

Las piernas: Mi capacidad para adelantar en la vida, ir hacía el cambio, hacía las nuevas experiencias.
Vértebras dorsales: No acepto mi trabajo
Vértebras lumbares: Quiero y no puedo cambiar el mundo
Sacro: No quiero luchar, me doy por vencido
Las articulaciones: Mi flexibilidad, mi capacidad para doblarme a las diferentes situaciones de mi vida.
Los tobillos: Mi flexibilidad en las nuevas direcciones del futuro.


MIRIAM LOPEZ URRUTIA
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¿Qué te están diciendo tus dolores corporales?

 Los dolores corporales pueden estar ligados a tus estados emocionales

Los dolores en el cuerpo son señales de que algo te está molestando, tanto mental como emocionalmente, este artículo sólo quiere ayudarte a observarte y analizar las causas de tus dolencias físicas, para que así puedas corregirlas y mejorar sustancialmente tu calidad de vida.

Hay que aprender a detectar las señales que nos envía el cuerpo, que nos muestran un desbalance y aprender a manejar las emociones adecuadamente para prevenir síntomas y dolores crónicos, tales como los que mencionaremos a continuación:

Dolores musculares

Tener dolor muscular, representa una capacidad desafiante de moverse en nuestras vidas. Por lo general ocurren cuando te detienes ante las oportunidades, piensas mucho antes de tomar una decisión y reduces tus expectativas. Debemos ver qué tan flexibles estamos siendo con cada situación en nuestra vida y aprender a fluir con ello. Pregúntate: ¿Tienes miedo a las experiencias nuevas?   Asume una mentalidad positiva y piensa en que todo va a salir bien y sigue adelante.


Dolores de cabeza

Los dolores de cabeza, en el terreno emocional, tienen que ver en mucho con no estar tomando una decisión importante. Revisa, en este caso cuál decisión tan importante no has estado tomando. Las migrañas representan los dolores de cabeza más grandes e insoportables que se pueden tener. También asegúrate de tomar cada día un tiempo específico para relajarte, soltar tensiones y vaciar tu mente de pensamientos conflictivos. Aliviar al cuerpo del estrés puede ayudar a facilitar cualquier dolor de cabeza.

 

Los dolores de cabeza te señalan que busques una razón para relajarte y tomarte la vida con calma. Tienes que tomar en cuenta que no puedes hacer todo a toda hora, debes descansar y relajarte aunque sea por un día, sino podrías colapsar. Si alguien tiene dolores crónicos, necesitará tomarse un tiempo para sí mismo. No sólo una vez, sino diariamente, soltar los pensamientos y liberar tu mente en algún momento del día.


¿Eres tú de las personas que quiere resolverlo todo al mismo tiempo? Y pasas el día pensando en ¿cómo lo vas a lograr?

Dolores en el cuello

Los dolores en esta zona muestran la incapacidad de ver otros puntos de vista, a muchas personas les cuesta cambiar de opinión o aceptar la opinión de otras personas.


Esta es una zona vinculada al corazón, si te sientes juzgado, criticado o herido por otras personas en el plano afectivo también puedes comenzar a sentir molestias en esta zona del cuello.


El dolor en el cuello se relaciona también con el perdón. Le ocurre con frecuencia a las personas rencorosas y a aquellas que no se permiten perdonar a otras. Si tienes dificultades para perdonar o posees el sentimiento irritante de no ser perdonado, comenzaras a presentar estas molestias en el cuello. 

Revisa tu dolor en el cuello y si tienes un problema no solucionado que tenga que ver con el perdón comienza a evaluar el perdonar. El perdón reúne muchas emociones fuertes, una vez que hayas liberado un perdón retenido en el fondo de tu alma, donde no sirve para nada, podrías sentirte más aliviado de tus dolores crónicos en esta zona. Pregúntate a ti mismo: ¿Te es difícil perdonar?

Considera en el proceso del perdón, las cosas que amas de ti mismo y de los demás. Trabaja conscientemente en el perdón. Todo a su tiempo, sin presiones ve soltando, solo hay que esperar la reflexión.

Dolor en las encías

Al igual que la cabeza, el dolor en las encías se atribuye a no tomar una decisión por ti mismo y también a no mantenerte en ella si ya la tomaste. Esta molestia evidencia un signo de inseguridad a la vida. Puede que le tengas miedo al compromiso o que te sientas demasiado inseguro en tu vida.


Debes estar claro en qué quieres en la vida y enfocarte en conseguirlo.

¿Qué decisión tienes pendiente de tomar? Analiza y evalúa sin pérdidas de tiempo innecesarias.
         
Dolor en los dientes

El dolor en los dientes lo produce el disgusto hacia otras personas, es decir, no te sientes a gusto con algo o con alguien. También indica que no te gusta tu situación actual y te pasas todo el día repitiendo esa aversión en tu cabeza y manifestándola en tus emociones.

  

Intenta cambiar tus pensamientos hacia esa situación y repítete a ti mismo que las experiencias que estás viviendo ya están fluyendo fácilmente a medida que las vas integrando, convirtiendo esa situación desagradable o negativa en una experiencia positiva que te deja un aprendizaje.


¿Qué existe en tu situación actual que te desagrada? ¿Sientes que no está en tus manos resolverla?
 
 Dolor en sus hombros

Los dolores en los hombros tienen mucho que ver con cuanta carga emocional estás poniendo sobre ti mismo y que no te pertenece, estos dolores se deben a una sobrecarga anímica que poco a poco te va consumiendo. Básicamente, tu solo estás cubriendo en esta zona toda la carga emocional, esto le ocurre con frecuencia a las personas muy emocionales y a las que se toman a pecho todo lo que le dicen, no debes dejarte llevar mucho con tus emociones.

 

Enfócate en ser proactivo para resolver esta carga y distribuir parte de ella a otras personas en tu vida, deja de tener la actitud de querer hacerlo o resolverlo todo por ti mismo y comienza a  delegar o compartir la carga con amigos y amigas de confianza o con tu familia. Intenta pensar en que forma o maneras puedes resolver este problema emocional.

¿Te cuesta mucho delegar? ¿O eres de las personas que piensa que si no lo haces tú no va a quedar bien resuelto?

Dolores de estómago

Estas afecciones tienen una relación directa con aquellos aspectos de tu vida que no puedes digerir (tragar). Cuando se tienen problemas gastrointestinales, aunque tengas una buena dieta y alimentación, te están queriendo indicar que no estás realmente digiriendo tu vida con satisfacción, aquí se manifiesta la ansiedad o premura por alcanzar algo, las frustraciones por no lograrlo y la falta de aceptación de sucesos en tu vida.
 

Estos malestares también se presentan con frecuencia en personas muy controladoras, es el caso de personas que les cuesta o les es demasiado difícil aceptar que hay situaciones que simplemente deben ocurrir y que están fuera de su control. Todo ello puede manifestarse en síntomas en tu sistema digestivo. Si se hace crónico, puede traerte úlceras, gastritis, colitis y causar dolores abdominales.


Pregúntate a ti mismo: ¿Qué intentas controlar en tu vida y no has podido lograrlo?  ¿Qué no puedes tragar al ver pasar tu vida? ¿Qué emociones que vives te hacen inmediatamente sentir mal en tu estómago?

Dolor en la parte superior de la espalda

Esta zona de la espalda está vinculada con la culpa, la amargura, muy  poca confianza en sí mismo o inseguridades en el plano afectivo. Algunos motivos para experimentar dolor en la parte alta de la espalda serían cuando: sientes demasiada soledad o no te sientes apreciado o extrañas a alguna persona o estás guardando sentimientos de afecto.


Quizás estés sintiendo la falta de apoyo emocional de tus seres queridos o estás viviendo situaciones en tu vida que te cuesta sobrellevar, todo esto se puede manifestar en el dolor de espalda alto.

 

Es posible que no te sientas amado(a) o incluso podría ser que quieras el amor de vuelta. Si eres soltero, puede ser hora de salir a conocer nuevas amistades y compartir con más personas, es momento de que seas más sociable y busques a tu media naranja. Si tienes pareja habla con ella y traten de romper la rutina, salgan a pasear, compartan con amigos, vayan juntos al gimnasio, busquen actividades que puedan realizar en pareja.

Dolor en la espalda baja

Un dolor en la espalda baja se presenta en aquellas personas que son de personalidad rígida o muy estructurada. También podría significar que necesitas apoyo económico o que estás bajo preocupaciones financieras.

Para una cosa u otra, busca la solución directamente, intenta sentarte y concentrarte en manejar mejor el dinero, haz un presupuesto de gastos, busca otras fuentes de ingreso o contrata a un planeador financiero. Podrías ir por un aumento de sueldo, o si eres tú el dueño, busca crecer más tu negocio.

Dolor en el sacro y cóccix
Los dolores en esta parte de la espalda reflejan que has estado padeciendo una situación que necesita ser enfrentada, termina con ello y levántate de esa silla incómoda ya. Enfréntala, llega al fondo de ella y búscale la solución.

Estos dolores son producto de mucho estrés y fuertes preocupaciones, que a la larga repercuten sobre tu salud. Puede que estés demasiado estresado, angustiado o tengas mucha tensión en tu vida. Busca momentos de relax, sal a pasear a un parque, busca un hobbie y tómate las cosas de la vida con más calma.

Dolor en los brazos en general

Esta es una evidencia clara de que llevas una carga que puede ser muy pesada para ti, puede que sea una persona o una cosa. Piensa que ya puede ser hora de preguntarte porqué sigues cargándola. Estos dolores frecuentemente se relacionan con la carga que representa la familia para ti. Algún miembro de tu familia o la parte social de tu vida está en crisis, y tú te preocupas demasiado por esas personas.

Ya es momento de soltar la carga y que cada quien se haga cargo de su vida, piensa que tú no le puedes resolver los problemas a todo el mundo.

Dolor en los codos

El dolor en los codos tiene mucho que ver con la resistencia que estás poniendo a los cambios que debes tener en tu vida. Si tus brazos se sienten rígidos, puede significar que eres demasiado estricto en tu vida.

 

Puede ser el momento de pensar en sacudirte las cosas un poco, evaluar los cambios positivos en tu vida y dar estos pasos con confianza hacia cosas mejores en tu vida. Por lo menos déjate ir con el flujo natural de las cosas y de la vida. También busca bailar, cantar, reír por nada y salirte de la rutina severa.


Analiza en qué aspectos de tu vida eres muy estricto, ¿Tus padres fueron muy estrictos contigo en tu infancia? Es momento de soltar algunas cosas y tomar decisiones tranquilamente sin estrés. 

Dolor en las manos y muñecas

Si sientes dolor en tus manos, puede significar que no estás logrando alcanzar logros en tu vida, es decir, no estás pudiendo conectarte con las cosas que deseas o planeas. Estos dolores se producen si tienes dificultad alcanzando tus objetivos. Tienes enormes ganas de alcanzar tus objetivos, sin embargo, por alguna razón se te está dificultando el lograrlos. Con tus manos, alcanzas cosas, elaboras cosas y también te conectas con otras personas.

 

El dolor en las manos también aparece cuando tu vida social no es muy activa, pasas mucho tiempo solo(a) o tienes muy pocos amigos. Trata de hacer nuevos amigos, sal a almorzar con alguien con quien te conectas emocionalmente o sientes afinidad. Busca una verdadera conexión con otras personas. Pasa un tiempo de manera activa conociendo a nuevas personas.

También este tipo de dolor puede representar que estás agarrándote de algo muy fuertemente que no quieres dejar ir, pero que ya es el momento de que lo sueltes.

Los dolores en las  muñecas reflejan que estás estancado en algún proyecto o plan, las muñecas representan el movimiento, la tranquilidad y la simplicidad en la vida. Intenta hacer nuevas amistades o ir a almorzar con colegas del trabajo. Realiza cosas sencillas cada día para distraerte.


Si tienes un proyecto en marcha, fíjate metas realizables cada semana o cada mes y prémiate cuando las vayas cumpliendo.

Dolor en las caderas

Las caderas adoloridas podrían ser una señal de que tienes miedo de moverte y de avanzar, eso puede manifestarse si eres demasiado resistente a los cambios y movimientos. Tu mente puede estar buscando detener los cambios de tu vida y provoca estos malestares.

Hay veces que esto sucede cuando no aceptas los cambios naturales, hay que entender que todos cambiamos en alguna de las etapas de la vida. Suelta este miedo a ir más allá y toma las decisiones importantes que tienes que tomar. Haz los cambios que necesites y sigue adelante cuando sea necesario. Toma una elección y sígala hasta el final.

¿Hay alguna decisión importante que tienes que tomar y que has ido postergando en el tiempo? Quizás es el momento de que te dediques a ello.

 

Cuando sufres alguna lesión en esta zona, generalmente se relaciona con un desequilibrio en cómo te relacionas con la vida en general. Igualmente se relaciona con el apoyo de tus seres queridos, si sientes falta de amor y de colaboración de otras personas percibirás molestias en esta zona de las caderas.

 

Dolor en las articulaciones

Al igual que los músculos, el dolor en las articulaciones representa la flexibilidad, el apego y la falta de cambios. Abre tu mente a nuevos pensamientos, lecciones y experiencias. Si la articulación está rígida puede reflejar que en algunos aspectos de tu vida te comportas de manera inflexible y quieres que las cosas ocurran como tú dices.

Dolor en las rodillas

Refleja terquedad en el orgullo y el ego. Muestra cierta incapacidad para doblegarse y aceptar la opinión de otras personas, puedes estar siendo inflexible. En última instancia, el dolor en la rodilla puede indicar que eres una persona que se sobrevalora en demasía cayendo en pretensión o soberbia.

Asegúrate de recordarte a ti mismo que eres también un mortal. Eres humano y aunque tengas un ego, no dejes que gobierne sobre tu vida. Dedica tiempo al voluntariado y practica la humildad hacia los más necesitados.

 

En algunas ocasiones este dolor se presenta si por algún motivo, exiges a tu cuerpo más de lo debido,  te estás exigiendo demasiado y todos tenemos un límite. Le suele ocurrir a los atletas o deportistas que sobrepasan sus límites de resistencia y se ejercitan en demasía.


Dolor en las Pantorrillas

La tensión emocional, el estrés o los celos pueden ser la causa del dolor de pantorrillas. Podría ser hora de que dejes ir cualquier cosa estresante en tu vida  o dejar los celos y confiar más en las personas que te rodean.
¿Has perdido la confianza en alguien?


Dolor en los tobillos

Este dolor se manifiesta por la falta de placeres, sentimientos y sensaciones placenteras y agradables en tu vida, es una señal de que necesitas una vida sentimental y sexual más activa. El dolor en los tobillos puede ser una señal de que estás privándote del placer. Puede significar que es hora de complacerte un poco más, busca alguna actividad placentera, ya sea un hobby, un deporte, unas vacaciones tranquilas que te generen placer o bienestar.


Por otra parte, dedica más tiempo a tu vida romántica y amorosa, quizás es el momento de que pienses en involucrarte sentimental y sexualmente con alguien si estás soltero (a).

Dolores en los pies

Verás que los pies empiezan a manifestar alguna reacción o dolencia cuando estás con el ánimo muy bajo. Si te encuentras en un estado de negatividad esto también trae consecuencias en tus pies, porque los pies son puntos muy sensibles cuando estás deprimido. Esta es la típica actitud de la persona que “arrastra” los pies cuando camina, ¿estás triste o deprimido?


Busca la alegría constante en tu vida sin importar los desafíos que hayas vivido. Practica poner tu atención en las cosas buenas de tu vida y minimizando los episodios negativos, ve buscando otro tipo de actividades que no te recuerden lo triste que haya sucedido. Encuentra algo que hacer que te de alegría, sal a caminar en un parque y oxigena tu mente para que te sucedan cosas armoniosas y positivas.

Dolor que causa fatiga

Cuando te sientes agotado físicamente, demuestra que estás presentando aburrimiento, estás poniendo resistencia a algo o negando lo que se necesita para avanzar. Esto puede ser por aburrimiento, porque estás metido en una rutina o quizás porque puedes tener algún proyecto sin completar; soluciónalo realizando más actividades fuera de casa que sean de tu agrado.

 

Sal de tu casa y traza metas que puedas cumplir a corto, mediano y largo plazo. Enfócate en resolver y culminar aquellos proyectos inconclusos que dejaste en el pasado y que aún te motivan.

Permítete vivir nuevas experiencias. Pregúntate: ¿Qué sigue ahora?”
Si requieres de alguna asesoría personal, no dudes en comunicarte conmigo a través de mi Correo Electrónico, Messenger  o rellena el formulario de contacto.   Estaré feliz de atenderte!!!!

6.- Conclusiones finales
  •  El origen del dolor suele ser multifactorial, es decir, puede depender de varios factores que lo producen, pero esto no significa que allí escondida no pueda haber una emoción que haya sido la causa principal del problema o que haya contribuido a agravarlo o detonarlo.
  • Las emociones provocan de igual manera respuestas que se traducen en pensamientos conscientes o inconscientes que, a través del sistema nervioso, llegan hasta los músculos, los órganos, los vasos o la piel. Además al llegar la emoción al cerebro propicia la secreción de hormonas que modulan la conducta de la persona.
  • Detrás del dolor de espalda, por ejemplo, se pueden esconder problemas económicos, familiares, de personalidad, problemas de pareja, entre otros. Asimismo, el dolor presentado en distintos lugares del cuerpo refleja estados emocionales diversos como la rabia, la ira, la depresión, la frustración, el estrés y la rigidez.
  • En muchos casos solo basta con que la persona exprese sus emociones y empiece a ser consciente de ellas para dar un giro a su vida pero, en otros casos más crónicos, quizás sea necesario que busque ayuda y orientación con un especialista o con un psicoterapeuta.
  • En cualquier caso, el papel de las emociones en el dolor no debe subestimarse, sino que hay que tomarlo en cuenta y hacer al paciente partícipe de su curación.

MIRIAM LOPEZ URRUTIA

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10 de junio de 2020

¿Sabes cómo diferenciar la ansiedad de la angustia?



DIFERENCIAS ENTRE LA ANSIEDAD Y LA ANGUSTIA

Por Miriam López Urrutia



Para iniciar la diferenciación entre estos dos estados emocionales, comenzaremos por definir y describir cada una de ellas.

LA ANSIEDAD

La ansiedad es una emoción que todo el mundo experimenta ante una situación de incertidumbre y amenaza. Prepara a la persona para escenarios que pueden tener un resultado negativo.

La ansiedad es una sensación desagradable, difusa y vaga de inquietud. Como señala Kaplan, se suele acompañar de dolores de cabeza, palpitaciones, opresión en el pecho y molestias gástricas, aunque varía de una persona a otra. En realidad, la ansiedad es una señal de alerta (como lo es el miedo); advierte del peligro inminente y permite a una persona tomar medidas contra la amenaza. En este sentido, es un mecanismo positivo para la integridad del ser humano ya que puede ser adaptativa y hasta buena sentirla ante grandes desafíos.

Sin embargo, la ansiedad, frecuentemente, por distintas razones, supone un trastorno, que se caracteriza por palpitaciones, sudores y sensación de miedo. También afecta al pensamiento, produciendo confusión y disminuyendo la memoria y la capacidad de concentración. Todo ello provoca un desajuste en la relación de la persona con sus congéneres y con el mundo que le rodea.

El problema viene cuando se convierte en patológica y se manifiesta en un grado demasiado intenso y con gran frecuencia. Lejos de ayudar a adaptarse, bloquea al individuo y le lleva a un resultado peor del deseado, pudiendo comprometer su salud física y mental. Para no llegar a este punto, Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) explica cómo controlar la ansiedad cuando esta se vuelve preocupante.

Cano rechaza categóricamente el uso de medicamentos para solucionar el problema y apuesta por la terapia cognitivo conductual. “Es la que más se ha estudiado a nivel científico y que mejor ha demostrado su eficacia”. Para entender en qué consiste esta terapia y dar consejos útiles, explica detalladamente los pasos necesarios para superar la ansiedad.


1. Informarse de qué es la ansiedad y cuáles son sus síntomas

“Hay personas que desconocen que los síntomas que padecen están causados por la ansiedad”. El primer paso para recuperarse es saber qué les está pasando y darse cuenta de los síntomas. “Taquicardias, sudor, aumento de la temperatura, dificultad para dormir, molestias digestivas, etc., son algunos de ellos”. Después habría que descubrir los factores causantes e informarse de qué son las emociones y la ansiedad.

2. Reinterpretar el problema

La ansiedad lo que hace es que la persona anticipe unas consecuencias muy negativas por si acaso se producen. Cano aconseja “interpretar la amenaza de forma menos grave, ser realistas y no magnificar”.

De manera práctica:
     * Razonar si la posibilidad de que ocurra lo peor es tan grande.
      * Preguntarse: “si ocurriese lo peor ¿realmente sería tan grave?”.
      * Poner atención en los problemas sólo cuando se puede hacer algo.

 “Cuando no hay nada que hacer, hay que seguir la vida normal y atender otras cosas”.

3. Desviar la atención del problema

Cuando hay ansiedad la atención está continuamente enfocada al problema, “no dejamos de pensar en lo que nos preocupa”, explica Cano.

“La persona ha de aprender a relajarse, a no centrar su atención todo el rato en el problema. Estar en alerta, pero también descansar y guardar recursos cuando no se puede hacer nada”.

Para lograrlo hay que:

      * Obligarse a pensar en otra cosa.
        * Obligarse a hacer algo diferente para distraerse.

4. Interpretar los problemas como un desafío, no como una amenaza

El experto añade como consejo “la interpretación de las dificultades como un desafío, en vez de como una amenaza”. Esto permite afrontar la situación con motivación, dejando de lado la preocupación.

5. Técnicas de relajación

También ayudan las técnicas de relajación (muscular progresiva, respiración, imaginación, entre otros). Con ellas se reduce la activación fisiológica, se sueltan los músculos, etc. Cano indica la conveniencia de hacerlo todos los días.

“Cuando se entrenan estas habilidades, los problemas empiezan a resolverse”, afirma Cano. “El paciente - continúa - se da cuenta de sus errores y los corrige. Así empiezan a aliviarse los problemas”.

Los trastornos de ansiedad son los más frecuentes entre las enfermedades mentales. Los últimos estudios demuestran que un 30% de las mujeres y un 20% de los hombres sufrirán algún tipo de trastorno de ansiedad a lo largo de su vida. Afortunadamente, se pueden tratar y superar.


Qué hacer ante un ataque de ansiedad o pánico

Para controlar la ansiedad, comienza con tu manera de pensar.

El miedo es causado en gran parte por tus pensamientos. Cambiar la forma de pensar sobre algo puede ayudarte a calmar la reacción de miedo y reducir la ansiedad.

Para algunas personas, el miedo y la ansiedad se vuelven tan intensos que evitan la situación. Sin embargo, la evasión afecta la forma en que vives, ya que limita la forma en que encaras la vida.

Cuando una persona sufre un ataque de pánico, la ansiedad se descontrola, la persona pierde el control y se asusta ante ese descontrol. Comienza a sentir que su pulso se acelera, el rostro se ruboriza, la respiración se acelera y se vuelve irregular a medida que la adrenalina corre por sus venas.

“La tasa cardiaca aumenta, se dificulta la respiración, hay hiperventilación, aumento de la temperatura y temblor”.

“El sistema nervioso autónomo se dispara y hay que tranquilizarle transmitiendo la sensación de que no hay peligro, que no hay una situación extrema y que lo que sucede no es grave. Al cambiar el foco de la atención y la importancia que le damos a los síntomas del ataque de pánico, estos disminuyen”.

La mejor forma de lograr esto es:
      
1.- Hacer y pensar en otra cosa.
2.- Cambiar de tema de conversación.
3.- Ponerse a trabajar en algo.
4.- Realizar cualquier actividad que permita no darle importancia a los síntomas que está teniendo.
5.- En vez de hiperventilar, respirar más lentamente
Por otro lado, con la práctica de algunas técnicas, puedes aprender cómo el miedo y la ansiedad afectan tu cuerpo y cómo puedes controlar tu respuesta al estrés producido por estas emociones.

1.- Escucha a tu cuerpo para cambiar tus emociones

El miedo genera una respuesta física: ritmo cardíaco rápido, respiración acelerada y otras respuestas fisiológicas. Las situaciones de estrés producen estas respuestas físicas, que tu mente interpreta como "tienes miedo".

Cuando sientes miedo físicamente, tómate un momento para escuchar a tu cuerpo y recuperar el control. ¿Respiras rápido o con dificultad? Respira profundo varias veces y desacelera tu respiración.

Controlar la respuesta física al miedo puede influir sobre tu respuesta emocional.

2.- Vigila tus propios pensamientos

El miedo es causado en gran parte por tus pensamientos. Tu cuerpo proporciona un estímulo al miedo y tu mente se dispara, dándote toda clase de motivos irracionales por los cuales deberías sentir miedo.

Por supuesto que los motivos no siempre son lógicos (no te pondrás totalmente en ridículo si tienes que pronunciar un discurso) pero estos pensamientos irracionales invaden tu mente e intensifican tu miedo.

3.- Desafía tus pensamientos de miedo

En su lugar, identifica esos pensamientos que te generan miedo. Desafíalos. ¿Qué pruebas hay de que te pondrás totalmente en ridículo? Ninguna. Posiblemente no recibas una gran ovación del público, pero no importa; tu objetivo es realizar una presentación profesional donde tu audiencia aprenda de ti. Revalúa la situación y aléjate de los pensamientos demasiado críticos.

Cómo percibes una situación afecta lo que sientes al respecto. Abordar el miedo de forma racional, realista y con un cambio en la forma en que piensas te ayudará a superar su estímulo intenso e irracional.

4.- Usa tu imaginación para disipar tus temores

Imagina tan vívidamente como puedas una situación que te provoque temor. Siente cómo crece la ansiedad, pero luego agrega más información. Pregúntate, ¿qué te preocupa? ¿Cuáles son los resultados más probables? Después, imagina lo que quieres que suceda.

Agregar más información y asociaciones a tus temores ayudará a disminuir sus efectos cuando los sientas en la vida real. Esto puede ser difícil de lograr sin orientación de un profesional, por lo que, si fuera necesario, consulta con un profesional de salud mental con experiencia en el control de la ansiedad, sobre todo si notas que te cuesta controlarla o manejarla por ti mismo(a).


Seguidamente haremos una breve descripción de los trastornos de ansiedad más frecuentes:

1.- El trastorno de ansiedad generalizada

Consiste en la experiencia general de ansiedad, con una tensión constante y una excesiva preocupación por las situaciones cotidianas y respecto al futuro. Además, la persona afectada padece tensión muscular, cansancio, falta de concentración e irritabilidad. En muchas ocasiones se acompaña de insomnio. Estos síntomas limitan a la persona para el desarrollo normal de sus actividades cotidianas.

Este trastorno suele aparecer en los años jóvenes y es más frecuente en las mujeres que en los hombres. La ansiedad no tiene relación directa con ningún acontecimiento concreto, a diferencia de lo que ocurre con otros trastornos de ansiedad.

2.- El trastorno de pánico o trastorno de angustia

Consiste en experimentar ataques de ansiedad o crisis de angustia súbitos e intensos. Quienes sufren el ataque tienen la sensación de que pueden morirse o volverse locos. Se caracteriza también por presión en el pecho, sensación de ahogo, temblor, sudor, náuseas y palpitaciones.

Los ataques duran entre 10 y 30 minutos, y no se producen siempre frente a una situación concreta, aunque se detectan situaciones que predisponen a padecerlos. Es más frecuente en mujeres y se suele presentar en la juventud.

3.- La fobia social

Se caracteriza porque la persona siente temor a ser el foco de atención de las personas, a hablar en público y relacionarse con mucha gente, por miedo a sus críticas o a hacer el ridículo. Quienes padecen fobia social se sienten ansiosos y preocupados por el hecho de tener que hablar en público, comer junto a otras personas y realizar preguntas en público. Temen, por tanto, acudir a comidas, cenas, fiestas, bodas y otros acontecimientos sociales, por lo que tienden a evitarlos.

La fobia social se suele presentar en la juventud y es más frecuente en mujeres que en hombres. Al contrario que la agorafobia, el contar con una persona amiga al lado no ayuda al fóbico en absoluto.

4.- La agorafobia

Las personas que sufren de agorafobia experimentan una intensa ansiedad psicológica y física en determinadas situaciones. 

Estas serían algunas de ellas:

a.- En espacios cerrados de difícil salida
b.- En lugares donde nadie acudiría si se pide ayuda
c.- En entornos y ambientes desconocidos y extraños
d.- En lugares públicos con mucha gente

Como consecuencia de ello, estas personas tienden a evitar muchas situaciones, lo que repercute muy negativamente en su vida diaria. Algunas personas llegan a tener grandes dificultades para salir de su casa. La agorafobia se da muy frecuentemente en personas que padecen trastorno de pánico. El contar con una persona amiga al lado alivia la agorafobia, por lo que es muy importante para los agorafóbicos tener compañía.

5.- Otras fobias

Las fobias son temores exagerados e irracionales ante situaciones que no provocarían esta reacción en las demás personas. 

Las más frecuentes son las siguientes:

     a.- A los animales, insectos
      b.- A las tormentas eléctricas, fuertes vientos, aguaceros
      c.- A subirse a un avión, a un barco o a una lancha
      d.- Al daño corporal, inyecciones, pinchazos, a la sangre
      e.- Temor al agotamiento, a vómitos, a contraer una enfermedad etc.


Y en estos últimos meses se ha presentado un nuevo tipo de ansiedad: la ansiedad durante la cuarentena

Desde que se inició la pandemia por el COVID-19, (febrero-marzo del año 2.020) en casi todos los países se inició una cuarentena obligada, donde las personas tuvieron que permanecer durante todo el día en sus casas, para evitar y disminuir los contagios. Esto presentó a la población una nueva realidad y un increíble reto, permanecer las familias, y algunas personas completamente solos, en sus casas, sabemos que el ser humano no está acostumbrado a no salir de su casa durante tanto tiempo, por lo que ha sido uno de los mayores detonantes para que muchas personas aumenten sus niveles de ansiedad.

La doctora Alejandra Armijo, psiquiatra de Clínica Dávila, entrega una serie de recomendaciones para mantenerse tranquilo en casa, en este sentido, la experta asegura que es sumamente relevante que las personas que estén en cuarentena preventiva u obligatoria, mantengan la rutina de trabajo de todos los días.

“Es fundamental organizar una rutina de lunes a viernes y que tenga horarios de levantarse igual que cuando uno trabaja afuera. Mantener horarios de alimentación: desayuno, almuerzo, cena y café por la tarde”, comenta.

Cómo manejar la ansiedad de adultos en cuarentena:

  a.- Organizar una rutina de trabajo.
   b.- Mantener horarios de alimentación.
   c.- Incorporar actividad física en la mañana o en la tarde.
   d.- Comunicarse con familiares y amigos a través de la tecnología.

Asimismo, agrega que cuando hay niños en el hogar, es importante que se definan espacios separados en que los adultos puedan trabajar concentrados, pero sin perder el control de las actividades de los niños.

“La casa se tiene que reinventar con espacios más lúdicos para los niños y un lugar donde los adultos puedan trabajar. Un espacio para trabajar más tranquilo y privado para desarrollar sus actividades”, explica la doctora Armijo.

Cómo manejar la ansiedad de niños en cuarentena:

a.- Realizar actividades cortas y bien estructuradas que permitan desarrollar su creatividad.
b.- Mantener actividades dirigidas con estímulos durante la mañana y espacios más libres para que jueguen en la tarde.
c.- Cocinar con ellos y potenciar la alimentación saludable.
d.- Enseñar el cuidado del medio ambiente, a través de la jardinería.

Finalmente, la psiquiatra de Clínica Dávila, asegura que para evitar aumentar la ansiedad en cuarentena es importante darse espacios para la lectura, para conversar, escuchar música, jugar y hacer cosas que, usualmente, las personas dejan de lado por falta de tiempo, como darle mantenimiento a la casa.

A su vez, destaca que, cuando la cuarentena es preventiva, es bueno aprovechar la instancia para compartir y pasar tiempo en familia.


LA ANGUSTIA

¿Qué es la angustia y cuáles son sus síntomas?

La angustia es un estado afectivo que causa malestar, sensación de sofoco, sufrimiento mental e incluso tristeza. Está relacionada con el temor (miedo irracional), la desesperación y, en muchos casos, con la incertidumbre. ... Es frecuente que el término angustia se confunda con ansiedad.

La angustia (relacionado con la palabra alemana Angst) es un estado emocional intenso interpretado como muy desagradable e insoportable. Se caracteriza por aparecer como reacción ante el miedo, un peligro desconocido, o ante una respuesta de ansiedad. Suele estar acompañado por intenso malestar psicológico y por síntomas físicos, tales como elevación del ritmo cardíaco, sudoración excesiva, temblores, sensación de presión en la zona del tórax o falta de aire, y de una interpretación psicológica de que esa sensación no se puede aguantar más.

La angustia se puede definir como la sensación que se produce cuando interpretamos algo como insoportable.

La angustia es un trastorno muy frecuente en la sociedad actual, por lo que resulta crucial saber cómo afrontarla. De lo contrario, el trastorno por angustia puede derivar en serios perjuicios para la salud física y emocional, puede incrementar otros trastornos como la ansiedad, la depresión, la tristeza y el miedo.

Si no aprendemos a manejar, disminuir y eliminar la angustia, acabamos siendo controlados por ella, dado que la angustia puede deteriorar todas las áreas de nuestra vida.

La angustia presenta una serie de síntomas característicos.

    1.- Preocupaciones y temores excesivos.
     2.-  Imaginación de escenarios catastróficos.
     3.- Desesperación.
     4.- Falta de aire, mareos, sudoración tensión muscular, resequedad de la boca o fatiga.
     5.- Opresión en el pecho.
     6.- Sofoco.
     7.- Evitación de situaciones temidas.
     8.- Dificultades para dormir.

 Cómo superar la angustia

A continuación, podrás encontrar algunas técnicas sencillas que se han mostrado muy prácticas para comenzar a manejar la angustia:
1.- Reconocer y aceptar nuestra ansiedad y no interpretarla como   insoportable.
2.- Detectar los pensamientos que nos provocan dicha angustia.
3.- Analizar si es real y objetivo lo que estamos pensando.
4.- Intentar no hacer caso al pensamiento que nos dice que los síntomas son insoportables.
5.- No prestar atención a los síntomas.
6.- Cambiar la posición de control.
7.- Técnicas de respiración.
8.- Relajarse.
9.- Hacer ejercicio físico.
10.- Aprender a no dar importancia a los síntomas de la angustia y tomarlos con sentido del humor.

La angustia emocional: ¿qué es lo que me pasa?

Cuando hablamos de la angustia emocional siempre surge la misma controversia. ¿Es la angustia lo mismo que la ansiedad? ¿O son dos condiciones psicológicas diferentes? Cabe decir que hasta no hace mucho se prefería dejar el término de la angustia en el plano filosófico, diferenciándolo del clínico. Ahí tenemos, por ejemplo, a Søren Kierkegaard, definiendo dicha dimensión como ese miedo que a veces experimentamos cuando nos damos cuenta de que nuestro futuro es limitado, y de que la calidad de nuestra vida depende de nuestras elecciones.

Sigmund Freud, por su parte, diferenciaba la “angustia realista” de la “angustia neurótica”, siendo esta última una condición patológica. Algo que se alejaba de esas reflexiones puramente filosóficas. Todo ello nos lleva a intuir que, en esencia, lo que hay en realidad son dos tipos de angustia, esa que podríamos denominar como existencial y otra que, por sí misma, tiene unos rasgos muy definidos y que según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) aparece, a menudo, como síntoma de diversos trastornos psicológicos.


Veamos algunas características.

La angustia emocional nos paraliza. Mientras que la ansiedad tiene por lo general, un componente nervioso y activador, la angustia es como un bloqueo ante la incertidumbre, hacia un algo que no podemos controlar o prever.

Cuando surge esta sombra, la preocupación se intensifica, se torna obsesiva, surgen los pensamientos catastróficos y la desesperación. La angustia emocional, además, cursa con abundantes síntomas físicos: mareos, problemas digestivos, presión en el pecho, cansancio, tensión muscular…

Muchos aspectos de nuestra vida, como afrontar un examen, tener que tomar una elección, aguardar una respuesta o un acontecimiento o incluso tener que afrontar algo para lo que no nos sentimos capacitados, suelen generar angustia.

Asimismo, existen estudios que nos señalan que hay personas con mayor predisposición a experimentar angustia.

La angustia emocional es como un remolino que todo lo atrapa. Nos aprisiona desde el interior llenándonos de miedo, de ansiedad, inquietud y hasta de una tristeza indefinible… Se trata de una mezcla de emociones adversas que originan no solo un característico malestar psíquico, sino que además sus síntomas físicos pueden llegar a ser realmente limitantes.

Byung-Chul Han, conocido filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales, define al mundo actual como la sociedad del cansancio. Si hay algo que prolifera entre nosotros es la ansiedad y la angustia emocional. Para el doctor Han la causa de todo ello está en nuestra cultura del rendimiento, en ese virus que nos inoculan ya desde niños donde se nos intenta orientar hacia el éxito, hacia esa elevada solvencia en casi cualquier plano de nuestra existencia.

Así, además de esa presión de nuestro entorno para que destaquemos y alcancemos el triunfo, se nos introduce de forma muy temprana en la cultura del multitasking. Hay que hacer muchas cosas a la vez y en poco tiempo. Es la ley de una selva donde no todos sobreviven ni se integran con efectividad, donde es frecuente quedar atrapados en un ambiente angosto, opresivo y que produce sufrimiento.

“La angustia, al igual que otros estados psíquicos que producen sufrimiento, como la tristeza y el sentimiento de culpa, constituyen una pugna normativa de lo esencialmente humano”.
-Mario Benedetti

¿Cómo puedo tratar mi angustia emocional?

Poetas, escritores y pintores canalizaban su angustia a través del arte. Ahora bien, la mayoría de ellos experimentaban angustia existencial. Esa sensación recurrente en el ser humano, ya que rara vez nos podremos despegar del todo de ese vacío comprensible cuando ponemos la mirada en nosotros mismos y en nuestro futuro. Sin embargo, en el momento en que esa sensación, esa emoción, nos bloquee y nos arrincone en la esquina de la indefensión, deberemos actuar.

Citando a Byung-Chul Han, nos recuerda que estamos obligados a convivir con la incertidumbre. Y la incertidumbre es el detonante directo de la angustia emocional. Por tanto, quien piense que esta condición se resuelve con psicofármacos se equivoca (siempre y cuando no estemos ante un caso extremo). Lo que necesitamos es aprender a gestionar los vaivenes de esta sociedad, manejar mejor lo imprevisible, encarar con mayores recursos lo que no podemos controlar.

Para lograrlo, contamos con distintas propuestas. Algunas técnicas o terapias nos ayudan a reducir y trabajar nuestra angustia, los pensamientos negativos, las emociones adversas que nos bloquean. Llegando a la raíz del problema, cambiaremos nuestra visión de lo que nos rodea para sentirnos más capacitados y responsabilizarnos de nosotros mismos en un mundo siempre complejo, siempre demandante.

Sigue leyendo si quieres conocer cuáles son las diferencias entre ansiedad, angustia y miedo.

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